Una mujer de 38 años integrante de la organización criminal cuya jefatura está atribuida al recluso Alejandro Isaías “Chucky Monedita” Núñez (26) fue condenada este miércoles a 4 años de prisión efectiva en un juicio en el que se abreviaron los procedimientos. El delito: ser miembro de una asociación ilícita agravada por participación de menores de edad.
Florencia Soledad Aguirre, la ahora condenada, integraba la segunda línea de banda. Le atribuyeron el ocultamiento y traslado de armas de la organización; además del preparado de bochitas y la venta de drogas. Y la rendición de cuentas a quien fuera su pareja, Jonatan Alejandro “Jony” Ribles, el principal sicario de la organización –hasta su detención en octubre de 2020–. Ribles era la mano derecha del jefe Chucky Monedita, un mucacho que está detenido desde 2015 y desde temprana edad se ganó fama de tiratiros en barrio Tablada.
La condena a cuatro años de prisión efectiva a Aguirre fue acordada por el fiscal Pablo Socca y el defensor David Villada y homologada por el juez José Luis Suárez durante una audiencia en el Centro de Justicia Penal, donde la mujer se presentó como asistente geriátrico y aseguró no haber terminado la escuela primaria.
Así, Aguirre se sumó a otros cuatro integrantes de la organización que ya cerraron acuerdos, todos miembros de la segunda o tercera línea. Abel “Barba” Bertoni, Diego “Negro” Romero y Tamara “La Mona” Muñoz, sentenciados a 4 años; y Mara Carolina Tedesco, condenada a 3 años de prisión condicional.
La investigación inició como una ramificación de una pesquisa por tentativa de homicidio. El 28 de octubre de 2020, policías detuvieron a Jonatan Ribles y le secuestraron un celular, una moto robada y dos pistolas.
El peritaje al teléfono arrojó información sobre la existencia de una organización criminal liderada por Chucky Monedita, de 26 años, quien digitaba todos los movimientos desde su celda del pabellón 4 de la Unidad 11 de Piñero donde purga condena unificada de 15 años y medio de 2017 por homicidios (uno de cuando era menor de edad) cometidos una década atrás en la zona de la “U” en barrio Tablada, es decir, Necochea y Doctor Riva.
El celular Ribles no sólo develó uno de los atentados al mecánico Carlos Argüelles, integrante de la banda de Esteban Alvarado y testigo protegido por declarar en esa causa, quien terminaría acribillado en septiembre de 2021 en Garay y San Nicolás, también sus chats con unas 48 personas planeaban la gestión de viviendas usurpadas para instalar búnkers, conseguir tiratiros, supervisar a todos los que trabajaban para la banda y custodiar y rendir el dinero, explicó la Fiscalía.
Y en octubre de 2020 la intención de matar a Lucas Smith, cabecilla de una gavilla conocida como la “Banda de la Planchada”, quien resultó ileso durante un ataque en Chacabuco al 3500.
Chuky elegía a las personas que iban cada uno de los roles en los hechos y disponiendo el uso de armas de fuego de gran poder ofensivo y vehículos. Además autorizaba el pago a los miembros de la organización por los “trabajos” realizados y por los “gastos”.
El 11 de junio de 2021, efectivos de la AIC, bajo el mando del fiscal Socca, realizaron una serie de allanamientos y detenciones en el marco de una un investigación por asociación ilícita, balaceras, extorsiones y abuso de armas en diferentes puntos y barrios de la ciudad.
Nueve personas fueron detenidas y posteriormente acusadas como integrantes de la banda de Chucky Monedita. Luego, con el correr de los meses, se sumaron otros integrantes.
Tamara “La Mona” Muñoz, de 27 años, fue considerada por la acusación como recaudadora de la venta de drogas que le proveía Ribles y de guardar en su casa tanto armas de fuego como municiones que usaba la banda.
Abel “Barba” Bertoni, de 36 años; Diego “Negro” Romero, de 42; Cristian “Chimi” González, de 39; y Gianfranco “Fran” Giglione, de 21 fueron acusados de ser los compañeros de Ribles en sus balaceras y planes frustrados para cometer homicidios.
A Florencia Aguirre, hoy ex de Ribles, la imputaron por ocultar armas en su domicilio y junto a Mara Tedesco fueron señaladas como quienes se ocupaban de vender drogas.
Luego, en agosto, cayó Marcelo Nicolás "Nikito" Sánchez, de 27 años, detenido en una vivienda de Abanderado Grandoli al 3800, considerado uno de los sicarios de la organización.