El fiscal Pablo Socca, quien llevó a cabo este lunes la acusación contra Los Monos por extorsiones, ataques a tiros e incendiarios contra el dueño de la agencia de quinielas El Califa –entre marzo de 2021 a la actualidad–, ponderó las figuras de Mariana Ortigala y su pareja Sebastián Rodolfo Felipe como los presuntos testaferros de Ariel Máximo “Guille” Cantero. “Llamativamente, tuvieron de golpe una gran cantidad de propiedades, al menos 15, desde que comenzaron a tener relación con Cantero”, afirmó.
Entre los indicios encontrados por el fiscal a la hora de establecer una relación antigua entre Ortigala, su pareja Felipe y el líder de Los Monos, exhibió recurrentes visitas de la mujer y el hombre al penal federal de Marcos Paz, donde está alojado Cantero, y escuchas telefónicas donde hablan en un tono amistoso.
“¿Por qué tiene tantas propiedades Ortigala desde que frecuenta a Cantero?”, preguntó el fiscal luego de contabilizar al menos 15 escrituras de inmuebles que figuran a nombre de la pareja, según Socca, de difícil justificación a través de los ingresos lícitos.
El funcionario del MPA reparó en un dato curioso. Vanesa Barrios, esposa de “Guille” Cantero, actualmente cumple arresto domiciliario –por haber sido condenada en la causa por narcotráfico conocida bajo el nombre “Los Patrones”– en Alberdi al 1400 de Funes. Esa casa, que figura en los registros a nombre de Mariana Ortigala, habría sido “quitada mediante una maniobra fraudulenta” que fue denunciada por un hombre que se encuentra en un geriátrico. La escritura de esa propiedad fue secuestrada en un allanamiento ocurrido el jueves de la semana pasada en una escribanía de Maipú al 500, en el centro de Rosario.
A la hora de tratar de mostrar las actividades cuanto menos sospechosas de Ortigala, el fiscal aseveró que solo en 2021 la mujer activó 400 chips de números correlativos a través de un teléfono. “Pedí un informe a la empresa de telefonía. Yo no recuerdo algo así. Es una operación mayorista, fueron 400 números consecutivos los que activó”, subrayó.
La mujer y su concubino ahora fueron acusados por el fiscal por haber integrado uno de los grupos que extorsionó al dueño de la agencia de quinielas El Califa, que sufrió ataques incendiarios y a tiros en los últimos dos años en Rosario por parte de Los Monos, quienes exigían el pago de un millón y medio de dólares en concepto de "protección".
En el caso de Ortigala, se ventilaron escuchas con “Guille” Cantero donde ella menciona que debía encontrarse con el fiscal Matías Edery, quien tenía a su cargo la causa por la que su hermano Rodrigo acababa de ser condenado por extorsiones para Los Monos, en un desprendimiento de la investigación por el crimen del casino City Center.
Efectivamente, Rodrigo Ortigala, una semana después de haber sido condenado, fue a audiencia. Los fiscales Edery y Luis Schiappa Pietra pidieron que quede detenido, por el tribunal integrado por los jueces Rodrigo Santana, Gonzalo Fernández Bussy y Aldo Bilbao Benítez decidieron darle la libertad.