El próximo jueves comenzará un juicio oral y público donde se pedirán once años de prisión para un presunto abusador que cayó detenido en Ibarlucea en julio del año pasado tras raptar a una chica de 15 años en la vía pública, en Ibarlucea. Después de su arresto se detectó que cometió al menos tres ataques más entre octubre de 2018 y julio de 2020. Sin embargo, el fiscal a cargo de la investigación sospecha que por el accionar “instintivo predatorio y aleatorio” del acusado puede haber más víctimas que no realizaron la denuncia.
El imputado es Augusto Sebastián Ditzler, de 40 años. El fiscal de Delitos contra la integridad sexual Ramiro González Raggio lo acusó de cuatro ataques sexuales entre octubre de 2018 y julio de 2020, tres en Ibarlucea y uno en Granadero Baigorria.
Ditzler fue detenido el 16 de julio del año pasado, cuando en Avenida del Rosario y Urquiza –de la localidad de Ibarlucea– atacó en la calle a una chica de 15 años que se dirigía a la casa de su hermana y la obligó a meterse a su Volkswagen Up. Manejó unos 400 metros y al llegar cerca de un descampado manoseó a la víctima, quien opuso resistencia y pidió ayuda a gritos, de acuerdo a la información de la causa. Testigos retuvieron al agresor –que tenía un cuchillo– y lo entregaron ante la Policía.
El fiscal, con Ditzler arrestado, detectó que en el sistema judicial figuraba un modus operandi similar en dos ataques sexuales de 2019 en la misma zona en las que no se logró identificar ni imputar al agresor. Las dos víctimas en esas oportunidades describieron el mismo Volskwagen Up gris y los mismos rasgos físicos del agresor. Incluso se hizo un fotofit después de una de esas presentaciones por un abuso del 14 de mayo de 2019 y el rostro es 85 por ciento parecido al del imputado.
Una vez que cayó el presunto abusador y circularon fotos del auto y del rostro del detenido, una mujer se acercó a hacer una denuncia por otro hecho más. Según relató, ese ataque ocurrió en octubre de 2018.
“Instinto predatorio y aleatoria”
El fiscal González Raggio, en diálogo con Rosario3, sostuvo que observó en la investigación que Ditzler “tiene un instinto y una actitud predatoria y aleatoria. Va por la vida viendo si encuentra a alguna mujer distraída”.
“El caso es un rompecabezas. Parto del hecho por el que resultó detenido, pero conecto con todos los casos”, comentó.
La acusación contra el presunto abusador de 40 años es por los delitos de abuso simple y rapto propio –implica la privación ilegítima de la libertad–. En ninguno de los casos por el momento investigados hubo acceso carnal.
“Me preocupa que tengo cuatro hechos entre octubre de 2018 y julio de 2020, porque con el accionar del imputado puede haber más víctimas. Es una persona que al hacerle un informe psicológico comprende lo que hizo, la criminalidad de sus actos y el proceso judicial”, dijo y solicitó que si existe alguna víctima de Ditzler que aún no haya hecho la denuncia, se acerque a Fiscalía a hacerla.
El mismo modus operandi
El fiscal no pudo establecer “un mismo patrón” de Ditzler a la hora de atacar a las víctimas. Sí la misma mecánica. “Usa en los hechos atribuidos el mismo auto. Se acerca, hace preguntas, cuando se acercan trata de meterlas en el Volkswagen Up. A una de ellas quiso meterla en el baúl”, relató y enfatizó que el imputado en todos los casos “mantuvo una conducta perversa. Las huele, huele sus cabellos, las toca”.
Los cuatro abusos
El primero de los ataques sexuales investigados fue el último en ser denunciado. Y fue precisamente por la viralización de las imágenes del auto de Ditzler y su rostro. Por eso el fiscal pide a potenciales víctimas que se acerquen a Fiscalía para hacer sus presentaciones.
El abuso fue el 20 de octubre de 2018 a las 16 en una zona rural de Ibarlucea. Según la víctima, de 38 años, se desplazaba en bicicleta, cuando un Volkswagen Up se le puso a la par y el conductor le preguntó por una calle. Cuando la mujer se acercó a responder, Ditzler la tomó del brazo y trató de introducirla al auto. Según la denuncia, también la manoseó.
El segundo fue el 14 de mayo de 2019 en inmediaciones de Los Naranjos y Calle 13, de Ibarlucea. Según la víctima, de 41 años, caminaba por la calle cuando fue consultada por un automovilista por una dirección. Al acercarse, éste la agarró de la muñeca e intentó meterla en su Volkswagen Up. La víctima logró soltarse y huir mientras pedida auxilio.
El tercero fue el 25 de junio de 2019 en San Martín y Tierra del Fuego, en Granadero Baigorria. Según la víctima de 25 años, se desplazaba en bicicleta, cuando un automovilista hizo la misma consulta que en los otros casos: sobre una calle. La mujer contestó y comenzó a alejarse, pero el conductor se bajó del Volkswagen Up y la empujó de la bicicleta. Luego la arrastró de los pies e intentó introducirla en el baúl del vehículo. Mientras, la manoseó en sus partes íntimas.
El último fue el 16 de julio del año pasado en Avenida del Rosario y Urquiza, en Ibarlucea. Según la chica de 15 años, se dirigía a la casa de su hermana, cuando fue atacada en la vía pública por Ditzler, quien llamó su atención primero con preguntas sobre calles de la zona. Luego, la obligó a meterse en su auto, manejó 4 cuadras y comenzó a manosearla. La víctima pidió ayuda a los gritos y logró salir del vehículo. Testigos retuvieron al agresor y lo entregaron a la Policía.
Juicio extenso
Se presume que será largo el debate oral y público, donde habrá 33 personas citadas a brindar declaración testimonial, entre testigos que retuvieron a Ditzler en julio del año pasado, policías que lo arrestaron más víctimas y familiares de las víctimas.
El fiscal explicó que al ser un delito considerado “aberrante”, el imputado en caso de resultar condenado no podrá gozar de salidas transitorias, asistidas ni ejecución de la pena. “Si le dan once años, va a estar once años preso”, resaltó.