Luego de que se conociera la noticia sobre la muerte de Lucas González, el juvenil de Barracas Central que fue baleado por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, el presidente Alberto Fernández y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, se manifestaron en sus cuentas de Twitter.
El mensaje de Alberto Fernández
"Quiero expresar toda mi solidaridad con la familia de Lucas González. Mi compromiso con su madre Cintia y su padre Mario en este momento tan doloroso. Pondremos todos los recursos del Estado a disposición para poder llegar a la verdad y justicia”, reza el primer mensaje del Jefe de Estado, que luego volvió a manifestarse con un breve, pero contundente tuit: “No es posible que policías que deben estar al servicio de la seguridad de argentinos y argentinas, terminen con la vida de gente inocente”
Mientras que, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, también se refirió al caso de Lucas González.
"La muerte de Lucas es una pérdida irreparable y me siento profundamente dolido. Les hago llegar mi más sentido pésame a sus padres, familia y amigos. Seremos inflexibles con los policías que actúen fuera de la ley", expresó el Jefe de Estado porteño, para luego añadir: "Hemos separado inmediatamente de su cargo a los 3 involucrados en el hecho, e iniciamos un sumario para determinar las responsabilidades".
Qué pasó con Lucas González
El miércoles, cerca de las 10 y a pocos metros de uno de los ingresos a la villa 21-24, tres policías de civil integrantes de la Brigada de la Comuna 4D de la Policía de la Ciudad, identificados como el inspector Gabriel Alejandro Isassi, el oficial mayor Fabián López y el oficial José Nievas, circulaban por la zona a bordo de un móvil no identificable, un Nissan Tiida.
Al mismo tiempo, Lucas y sus tres amigos salían de un entrenamiento de la sexta división del Club de Barracas Central, donde Lucas era jugaba de enganche. Cuando terminó la prueba, tomaron sus cosas y volvieron hacia el barrio San Eduardo, en Florencio Varela, donde vivían, a bordo de la Suran que era del padre de uno de los chicos.
En el camino de vuelta, cerca de la villa 21-24, pararon en un kiosco a comprar un jugo. Luego, siguieron camino. Según la versión de los efectivos, en ese momento dieron la voz de alto para identificar a los ocupantes de la Suran, pero, supuestamente, el auto aceleró y comenzó una persecución, donde, siempre en base a lo que argumentaron desde las fuerzas de seguridad, los amigos mostraron un arma y comenzó un tiroteo en el que Lucas terminó con un tiro en la cabeza y horas más tarde falleció.
Para familiares y amigos de Lucas, ocurrió todo lo contrario a la información que surgió en un inicio y lo describen como un crimen, liso y llano.
“Cuando salieron de comprar el jugo, apareció el Nissan, los cruzó. Ellos arriba del auto, como no parecía un auto de la policía y ni siquiera se identificaron, se asustaron y pensaron que los querían robar. Ahí aceleraron y estos hijos de puta comenzaron a dispararles y lo mataron”, relató a Infobae, Emanuel, un tío del corazón de Lucas y amigo del padre del joven, Héctor, apodado “Peque”, en la puerta del hospital El Cruce.