Al menos dos notas extorsivas que aparecieron en los últimos días en el predio del Jardín de los Niños, ubicado en el Parque Independencia, provocaron la extrañeza del personal municipal que trabaja en esa institución recreativa y educativa. Según trascendió, los escritos amenazantes exigen el pago de 100 mil pesos, pero no poseen firma ni número de contacto.
Según pudo saber Rosario3, el hallazgo de un pedazo de cartón con una amenaza de puño y letra fue reportado a las 14 del domingo por un vigilador del predio ubicado frente al laguito del Parque Independencia.
Según trascendió, la nota estaba atada a una piedra colocada sobre el portón de entrada y sería una especie de recordatorio de la exigencia de un pago de 100 mil pesos que apareció en otra amenaza, que fue hallada el viernes pasado. Según testigos, el mensajero de esta amenaza fue un sujeto en una bicicleta playera que, en plena tarde, arrojó el papel dentro del predio, sin ser perseguido.
“No nos olbidamos [sic] que tienen que pagar”, reza el nuevo escrito de letra desprolija. El otro mensaje también adolece de faltas de ortografía, y no posee teléfono de contacto ni firma. Solicita dejar el dinero “a las 5 en una volsa en la puerta (…) ya estamo aca dentro [sic]”.
Por lo pronto, la Fiscalía ordenó un relevamiento de cámaras y, de ser posible, un peritaje sobre las notas secuestradas para buscar huellas, aunque los objetos podrían haber sido manipulados antes de ser incorporados a la cadena de custodia.
Aunque no es la primera vez que un mensaje de tinte mafioso aparece en una institución pública, el caso del Jardín de los Niños pareciera tener otros condimentos que lo diferencian de los ataques que sufrieron escuelas o bancos, que fueron utilizados como blancos para vehiculizar y amplificar un mensaje entre bandas. Y también de las notas extorsivas que apuntan a exigir dinero a emprendimientos privados a cambio de protección.
En este caso, no estaba claro el destinatario de las amenazas ni tampoco quién exige el dinero, una suma considerablemente menor a las demandas usuales que suelen sufrir toda clase de locales de la ciudad, tal y como quedó plasmado en decenas de investigaciones.