Nicolás “Cara de Burro” Martínez y Sebastián “Sebita” o “Rey” Pereyra, dos soldaditos de una banda que supo operar en los barrios Parque del Mercado, Municipal, Tablada y República de la Sexta al mando del narco René “El Brujo” Ungaro, comparecieron este jueves ante un tribunal pluripersonal en la primera jornada de un juicio donde se debatieron hechos de homicidios consumados y en tentativa, entre otros delitos cometidos en el violento 2021. El fiscal Patricio Saldutti solicitó para ambos 30 y 35 años de prisión, respectivamente.
Cara de Burro y Sebita son juzgados por el tribunal a cargo de Gustavo Pérez de Urrechu, Fernando Sosa y Paola Aguirre, y la acusación está a cargo de Patricio Saldutti y César Cabrera. Todos los hechos imputados son de 2021, año en el que fueron los acusados fueron aprehendidos.
Saldutti abrió el debate advirtiendo a los jueces sobre un “entramado de violencia extrema, enmarcado en un conflicto de bandas que pujaban o aún pujan por territorio y ajustes de cuentas, fundamentalmente por venta de estupefacientes” en barrios castigados del sur.
Aunque no está acusado, un nombre transversal al debate es el de René Ungaro, referente del delito y la violencia urbana desde hace más de una década en el sur de la ciudad. Para la Fiscalía, ambos acusados integraban una de las tantas encarnaciones de la “banda de René”, conocida por sus formas violentas. Las tres víctimas, de alguna u otra forma, estaban vinculadas al Brujo.
Ajuste frente a la canchita
El 6 de mayo de 2021 Iván Nicolás Paré, que tenía 29 años y vivía en Villa Manuelita, recibió diez tiros a la salida de una cancha de fútbol ubicada en inmediaciones de Isola y Belgrano.
Sebita Pereyra, según la acusación, iba acompañado por alguien todavía no identificado y ejecutó a Paré frente a su hijo de tres años cuando salía de un partido, pasadas las 22.30.
En la investigación, se señaló que Paré tenía varias broncas abiertas y era soldadito de René. “Antes del hecho se andaba diciendo que Iván le había robado droga a una chica que vivía en calle Centeno al lado de la casa de Iván, que la amenazaron y se fue”, señala un testimonio. Otro resumió: “Tenía muchos conflictos” que desencadenaron en su muerte.
El caso Adriana
Adriana Ramona Luque, por el contrario, era una mujer “intachable”, como la perfilaron vecinos tras su muerte violenta, el 18 de mayo siguiente. Es por eso que en el barrio aseguraron que la bronca era con un familiar de la mujer, R. A., integrante de la banda de Ungaro. Esta mujer, de acuerdo con la teoría de la Fiscalía, le había vendido un departamento a integrantes de los históricos enemigos de Ungaro, el clan Caminos/César, lo que fue considerado como una traición imperdonable.
Luque estaba en su casa Maestros Santafesinos al 4700. Eran poco más de las 19 cuando llegaron en moto Pereyra y Cara de Burro, dice la acusación.
“En estas circunstancias, Pereyra efectuó múltiples disparos con un arma de fuego calibre 9 milímetros contra el domicilio mientras Cara de Burro gritaba “filmá antes de matarla, filmá que lo pidió René”. La mujer tuvo la mala fortuna de ser alcanzada por un tiro en la pierna izquierda y se desangró hasta morir.
En la escena dejaron un cartel escrito con fibra con la leyenda “con la mafia no se jode, la familia de los pibes se respeta”.
Sobre Pereyra, cuyo nombre volvió a sonar en junio cuando se produjo un enfrentamiento en inmediaciones de la Torre 10, señalaron que “estaba todas las noches de 12 a 4 de la mañana vendiendo droga con chalecos antibalas que decían Policía. El descarte de los fierros y los chalecos lo hacían en la cabina de gas antes de entrar a la Torre 10”.
Antes de ser imputado por los homicidios, Pereyra cayó por un encubrimiento, que también fue llevado a juicio por el fiscal César Cabrera. Fue el 22 de octubre de 2021, cuando la Policía lo intentó identificar en las calles de Tablada mientras circulaba en una moto enduro sin patente.
Primero –dice el acta– lo divisaron en Beruti y Dean Funes, pero hizo caso omiso al pedido de detenerse. Hubo una persecución que terminó con la detención del tiratiros en un local de Cochabamba al 50 bis. La moto Honda XR tenía pedido de captura activo desde octubre de 2021.
Momo y Cumpi
Por último, a Cara de Burro lo juzgan por una tentativa de homicidio cometida en la noche del 5 de noviembre de 2021, también en Tablada, junto con el entonces menor de edad apodado Cumpi, mencionado en varios expedientes de homicidios o balaceras desde los 12 años.
Fue en un caso típico de ajuste de cuentas, al igual que el de Iván Paré, puesto que según la investigación, la víctima, Fabrizio “Momo” P. había sido un integrante de la banda de René que falló al rendir la contabilidad de los negocios ligados al narcomenudeo, por lo que le bajaron el pulgar y ordenaron matarlo. Momo, sin embargo, sobrevivió el ataque cometido en Dean Funes y Esmeralda.
Diez días después de ese ataque, Cara de Burro cayó en un operativo de la ex Agencia de Investigación Criminal en un departamento de los monoblocks de Sánchez de Thompson al 100, con 89 bolsitas de cocaína. Y a los pocos días, caería su ladero Cumpi, cuyo expediente tramita en la Justicia de Menores.
Posteriormente, Cara de Burro y René Ungaro serían acusados como instigadores de otro caso que manchó de sangre ese Fonavi del sur: los crímenes gratuitos de Claudia Deldebbio y su hija Virginia Ferreryra, dos mujeres ajenas al mundo del delito acribilladas sólo con el fin de infundir temor en los habitantes del complejo de viviendas.