La joven detenida junto a su novio el último fin de semana tras una acusación de violación del aislamiento obligatorio, en un edificio del macrocentro de Rosario, hizo este martes su descargo público en El Tres. Negó que hayan realizado reuniones como denunciaron vecinos y se quejó por el plazo y las condiciones del arresto.
Camila enfrentó la cámara del móvil de Telenoche y se expresó con “impotencia y angustia” porque considera “muy injusto” que con su pareja, un hombre de 37 años, hayan tenido que pasar tres días y tres noches presos por esta situación.
La chica de 23 años desmintió que hayan incumplido la cuarentena y argumentó: “Decidimos hacerla en el departamento de los padres de Andrés, en Moreno y el Río, porque ellos habían viajado al Brasil. Hasta el 9 de abril –día de la denuncia, tras más de tres semanas de la medida de aislamiento– mi novio salió cuatro veces para ir a su departamento, a dos cuadras (en Brown al 1800), para buscar comida, ropa y otras cosas”, explicó.
Y dijo que ella también salía del inmueble donde se encontraban porque tenía una autorización laboral para tareas exceptuadas del decreto presidencial: “El gimnasio donde yo trabajo cerró pero estos días empecé a trabajar en la verdulería de mi papá y él me hizo un permiso”, contó.
Agregó que recién el último jueves, que fue cuando las filmaciones del edificio de calle Brown los mostraron ingresando con bolsos y mochilas, decidieron instalarse allí porque los padres de su novio regresaban a su hogar. El viernes, tras un allanamiento derivado de una denuncia de una vecina, la policía detuvo a la pareja en un departamento del 7º piso.
“Reuniones jamás hubo”
Camila aseguró que, a pesar de que así consta en la acusación, “jamás” hubo encuentros ni fiestas con varias personas, al menos por parte de ellos, en Brown al 1800 durante el período de aislamiento. Y menos en espacios compartidos del predio, como también investiga la fiscalía.
“Creo que la denuncia –dijo la joven– se refiere a un momento previo a la cuarentena cuando Andrés invitó a dos amigas a la terraza una tarde. Pero después, estoy ciento por ciento segura que no hubo reuniones ni fiestas”, amplió.
Y a pesar que finalmente no fue imputada –su novio quedó libre bajo fianza–, la joven avisó: “Quiero iniciarle un juicio a la persona que denunció”.
Tres noches presos
En otro orden, el descargo de la detenida y ahora liberada incluyó una fuerte queja por el tiempo y las condiciones en que estuvieron en dependencias policiales, la primera noche en la comisaría 2ª y otras dos, ella en la Unidad Penitenciaria Nº 5 de mujeres.
“Tengo impotencia y angustia, fue todo muy injusto, y no lo digo yo, lo decían hasta los policías. En la comisaría, cada detenido por la cuarentena se volvió a su casa menos nosotros que nos tuvieron hasta las 11 de la mañana siguiente”, expresó Camila.
Y en ese sentido añadió: “Los mismos policías nos decían que a lo sumo eran 8 ó 12 horas y nos tenían que devolver a nuestras casas. Pero estuvimos sin poder hablar con el fiscal, ni declarar, ni poder defendernos. Nos llevaron directo a la cárcel con otros presos”.
“Y quiero también hablar de las condiciones de la detención, cómo comimos, cómo dormimos, la higiene de los lugares. Íbamos a un baño sin luz ni agua y con el piso todo orinado y defecado. Sólo en un escritorio había un alcohol en gel. Tampoco nos dieron barbijos ni había distanciamiento social”, concluyó.