Un matrimonio que tiene un pequeño almacén en Pueyrredón al 6100, en la zona sudoeste de Rosario, denunció haber sufrido extorsiones de delincuentes que exigían dinero a cambio de no atacar a tiros el comercio. Las víctimas señalaron que cedieron y pagaron a través de una transferencia ante la falta de respuestas de seguridad y del Ministerio Público de la Acusación.
“Esto comenzó el domingo a las siete de la tarde. Carina recibe en su celular una amenaza y me mira con cara de «Nos tocó a nosotros». Ni ellos saben lo que piden. Empezaron pidiendo 250 mil pesos o 50 mil pesos semanales. Ni ven lo que es este comercio”,comentó David, una de las víctimas, al programa De 12 a 14 (El Tres).
“Nos empezaron a decir «o nos conseguís la plata ahora o vamos esta noche y te cueteamos la casa». Nosotros también vivimos acá, tenemos dos hijas mujeres y mi suegra”, amplió.
Consultada sobre el pago que hicieron, Carina, la otra víctima, respondió: “Fue porque teníamos miedo. Nos paralizó. Me tocó negociar, le dije que no tenía efectivo. Así que deposité en un CBU. Lo tiene Fiscalía en la denuncia”. La mujer luego señaló que su madre sufrió un ACV por la situación y actualmente está internada.
"Estando con mi mamá internada me mandaron un video donde se ve una ametralladora y me dice que se venían. «Carina, ya empieza la noche, pensá lo que vas a hacer. Ahora van a ver». No hay derecho", añadió Carina.
Uno de los mensajes de voz vía Whatsapp que le mandó uno de los extorsionadores a la dueña del almacén fue reproducido en vivo y dice: “Cualquier cosa que te llamen o te toquen timbre nos llamás, nos decís a nosotros. La zona es de nosotros”.
David amplió que en la denuncia radicada ante un Centro Territorial de Denuncias están todos los mensajes intercambiados con los sospechosos y los audios. “Nosotros no estamos acostumbrados a negociar con delincuentes. Uno en el momento trata de salir de la situación como puede por la seguridad de la familia”, aseguró.
"Cualquier comercio de barrio sabe que son montos que no existen. Son gente que no tiene palabra. Te dicen arreglá conmigo que no vas a tener problemas y después me escribe a mi teléfono otro número que también me pide arreglar para no tener problemas. Llega un punto donde no hay vuelta atrás. Esto está descontrolado totalmente. Damos la cara porque más bajo que esto no podemos llegar como sociedad. Nuestros padres nos enseñaron que la única forma de salir adelante es trabajando o estudiando", concluyó David.
Por último, el hombre sostuvo: "No hay derecho que venga un delincuente a decirme «yo soy el dueño de la zona, y vos me tenés que pagar tanto o te vas». Yo estoy dispuesto a dar la vida por mi familia. Rosario es tierra de nadie".