Una familia de la zona norte de la ciudad denunció este miércoles que policías allanaron su casa por error en el marco de los operativos por presuntas estafas con criptomonedas. Según explicaron, a las 7 de la mañana cuando estaban durmiendo un grupo de uniformados ingresó a la casa de pasillo de Maciel al 1000 y luego de derribar cuatro puertas apuntaron con armas a los ocupantes del domicilio.
“Entró la policía rompiendo puertas buscando personas que hace un año que no viven más acá”, aseguró Gisella la dueña de la vivienda al programa El Contestador (Radio 2) y añadió que los uniformados los hicieron quedar contra el piso con armas en la cabeza porque necesitaban desarrollar el allanamiento en el interior de la casa.
“Evidentementemente no tuvieron los datos previos. A las 7.20 de la mañana nos rompieron cuatro puertas y se quedaron apuntándonos cuando estabamos durmiendo. No entiendo por qué no tocaron un timbre, por qué entraron de esa manera violenta”, manifestó.
La mujer agregó que viene de sufrir ataques de pánico por un robo violento en la calle días atrás y que esta situación le agregó temor a su malestar general. La mujer dijo que conoce a los anteriores de la vivienda pero aseveró que no tiene una relación de amistad.
“Nosotros somos los nuevos propietarios, a los anteriores los conocemos a través del intercambio de casa no por tener una relación”, dijo Gisella consultada por el periodista Ever Arnoldo.
Más de una decena de allanamientos se realizaron este miércoles en distintos puntos de Rosario por una investigación por presunta estafa de 600 mil dólares a través de criptomonedas. El fiscal Mariano Ríos Artacho, a cargo de la causa, solicitó varias detenciones.
De acuerdo a la investigación, los sospechosos habrían cometido las maniobras a partir del desarrollo de un juego de computadora llamado “Beast Masters”, similar a Pokemón.
Los usuarios –que llegaron a ser alrededor de 4 mil–, a través de esa plataforma, podían adquirir un gimnasio virtual que servía para entrenar los “monstruos” que compraba el propio inversor o terceros para posteriormente poder venderlos a un mejor precio. Todas las operaciones, de acuerdo al expediente, se hacía por billeteras virtuales y en dólares.
Los allanamientos fueron llevados a cabo por la Agencia de Investigación Criminal, la Tropa de Operaciones Especiales, el Organismo de Investigaciones y personal del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires.