En las últimas horas, personal policial identificó a la mujer que fue asesinada en un asentamiento del extremo noroeste de la ciudad. El cuerpo, indicaron, estaba atado de pies y manos y colocado dentro de una bolsa típica de materiales para la construcción. La víctima se llamaba Susana Haydeé Mena, tenía 27 años, hijos pequeños y domicilio en Benteveo al 800, a pocos metros de donde la encontraron –Magaldi 8875–, en la primera horas del jueves.
El lugar, conocido como la Toma de Magaldi, es una franja de terrenos fiscales ocupados por viviendas precarias detrás del campo de deportes del colegio Cristo Rey. En los últimos meses, fue escenario de hechos de violencia cruentos, como un doble crimen cometido el 21 de noviembre en la misma cuadra de Magaldi al 8800. Allí acribillaron a Francisco García y Carina Ferreyra, de 23 años los dos, una parejita que se había afincado allí recientemente. Esa misma noche, tres viviendas fueron tiroteadas y en una de ellas la Policía secuestró drogas para la venta al menudeo. Todo en un escenario sumido en la vulnerabilidad social y económica.
A comienzos de septiembre, hubo otro hallazgo de características escabrosas en un lugar sindicado de aguantadero ubicado en Benteveo y Jacobacci, donde niños que correteaban descubrieron un cadáver a medio quemar. A cuatro meses, la víctima permanece sin identificar.
En el caso de Susana Mena, los investigadores indicaron que personal policial de calle halló el cuerpo tras perseguir a un hombre que se dio a la fuga por un pasillo, minutos después de la medianoche. Mena estaba en una casa prácticamente deshabitada, con aspecto de haber sido una despensa, puesto que había unos pocos víveres que acumulaban una capa de tierra. En la entrada, había un perro atado. Los familiares de la mujer contaron que no tenían noticias de ellas desde el mediodía, confiaron fuentes de la investigación. La causa de muerte sería por asfixia, aunque no descartan que haya sido golpeada brutalmente.
Las declaraciones informales que obtuvieron los detectives dieron cuenta de que varios vecinos fueron víctima de usurpaciones violentas en manos de gavillas dedicadas al narcomenudeo en un territorio que estaría “perdido”.
El sector del extremo noroeste también estuvo conmocionado estos días por una balacera con fines extorsivos a un almacén de Jacobacci al 9100. El hecho originó un procedimiento que terminó con dos detenciones y el secuestro de armas y gran cantidad de municiones.