La investigación por el crimen ocurrido el sábado pasado en el camping “Teodoro Ponce” de la UOM que está en jurisdicción de Pérez tuvo un significativo avance este jueves. La fiscal Gisela Paolicelli imputó a Emanuel Ezequiel Verón, de 24 años, quien está sospechado de haber sido el chofer del sicario que asesinó de tres tiros a Julio Martín Miranda, de 29 años. En la causa había otra persona aprehendida, pero recuperó la libertad luego de constatarse que no tenía relación con el ataque mafioso.
En la audiencia que se llevó adelante en el Centro de Justicia Penal, la fiscal ubicó a Verón como conductor de la Rouser blanca y negra que se utilizó el sábado pasado para asesinar a Miranda, quien fue baleado con una pistola calibre 9 milímetros mientras dirigía un partido de fútbol amateur.
Al aceptar responder preguntas de la fiscal, el acusado admitió durante la audiencia que conocía a la víctima “de la cancha” y agregó que a veces veían juntos algunos partidos de fútbol, aunque no brindó mayores precisiones. Luego, señaló que al momento del homicidio estaba con un amigo.
Después de escuchar a la fiscal y a la defensa, el juez Pablo Pinto dio prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para Verón, y ordenó peritar el celular del detenido y de la víctima.
El imputado cayó el pasado domingo en un procedimiento realizado por el Comando Radioeléctrico. Comenzó a ser perseguido en 27 de Febrero y Solís al evitar un control policial y terminó arrestado en inmediaciones de Presidente Perón y Matienzo.
En el transcurso de la investigación se pudo corroborar que la moto había sido robada el mismo sábado del crimen. El asalto tuvo como víctima a un hombre de 32 años oriundo de Capitán Bermúdez que tuvo que recibir asistencia médica en el hospital Eva Perón por las lesiones sufridas.
En la causa había otra persona aprehendida desde el sábado, pero recuperó la libertad después de que se constatara que no tenía relación con el crimen ocurrido en Pérez. Se trata de Elías P., de 23 años, quien había quedado internado el mismo sábado del homicidio, cuando ingresó al Heca con una herida de bala en el glúteo izquierdo.
Si bien Elías P. dijo que había recibido un tiro en el marco de un intento de robo, quedó bajo sospecha de ser el sicario de Miranda porque testigos habían afirmado que el gatillero se había autodisparado en la pierna al sacar la pistola para matar a Miranda. Sin embargo, en medidas posteriores se pudo acreditar que efectivamente el sospechoso había sufrido una herida de arma de fuego por parte de un ladrón que quiso sacarle la bicicleta en la zona de Grandoli y Gutiérrez, en la zona sur.