El segundo detenido por el asesinato a piedrazos de Ivana Garcilazo (32 años), ocurrido el pasado 30 de septiembre en Ovidio Lagos y Montevideo, fue imputado este sábado bajo la calificación de "homicidio agravado por la ley de espectáculos deportivos" como presunto coautor del crimen, en el Centro de Justicia Penal. Se trata de Juan José “Tuerca” Massón (40), quien se presentó el jueves pasado en la Agencia de Investigación Criminal luego de que fuera allanado su domicilio familiar de barrio Ludueña por orden del fiscal Gastón Ávila. Seguirá preso por plazo de ley, es decir hasta el comienzo del juicio.
La jueza María Carrera valoró las evidencias presentadas por la acusación, consideró que existe el riesgo procesal y le dio la derecha al fiscal Gastón Ávila, que postuló la calificación de homicidio agravado por la ley de espectáculos deportivos, la misma que pesa sobre Ariel Cabrera, el primer detenido en la causa.
La audiencia comenzó alrededor de las 11 en el edificio de Mitre y Virasoro, donde desde media mañana se concentraron familiares y amigos de la hincha de Central atacada tras el último clásico de la ciudad, acompañados además por familiares de víctimas de otros crímenes como Edgardo Orellano, padre de Carlos “Bocacha”, el joven muerto en febrero de 2020.
Massón fue, a criterio de la investigación en curso, uno de los tres hinchas de Newell’s que arrojaron baldosas en Lagos y Montevideo a motociclistas y automovilistas que se referenciaban con los colores de Rosario Central.
Los otros dos fueron el profesor de educación física Ariel Matías Cabrera (42), el primer imputado –en prisión preventiva efectiva por el plazo de ley–, y Damián Reinfestuel (42), el profesor de química que se presume que se fugó a Bolivia a principios de mes a través de un paso fronterizo no habilitado.
Para el fiscal Ávila, las tres personas “actuaron de manera coordinada, con intenciones de someterse a una situación de agresión, en conjunto, y todos arrojaron las piedras aceptando la posibilidad de que se produjera el resultado letal”.
El funcionario judicial explicó, además, que considera complejo poder establecer “cuál de las piedras que lanzaron impactó en el cráneo de Ivana” pero postuló que el hecho los coloca a todos en la misma situación, como coautores del homicidio.
“Los testigos todos están de acuerdo en que había tres personas tirando piedras”, dijo en la rueda de prensa posterior a la audiencia en el Centro de Justicia Penal.
Ávila también reveló que a partir de nuevos testimonios clave pudieron reconstruir cómo fue el día de los tres sospechosos del asesinato aquel 30 de septiembre.
Relató que en una casa de barrio Luis Agote “eran seis personas almorzando” y que “tres de ellas –Cabrera, Massón y Reinfestuel– son las que se dirigieron a cometer el hecho”.
Antes de salir del domicilio para dirigirse a la zona de Lagos y Montevideo, siempre de acuerdo a lo referenciado por el fiscal, hicieron una manifestación “de un tenor” similar al siguiente: “Con un poco de suerte, ahora vamos y nos podemos pelear con alguien”.
Acto seguido, uno de los presentes que fue invitado pero no pertenecía al núcleo de los tres amigos, reflexionó en voz alta y les dijo: “Tengan cuidado, no sean pelotudos porque si matan a una persona van 30 años en cana”.
El tercer sopechoso, de acuerdo a la causa, miró el clásico junto a Cabrera y Reinfestuel en un domicilio de Catamarca e Iriondo, junto a otras tres personas, y después los tres mencionados se dirigieron a pie hasta Ovidio Lagos y Montevideo, donde comenzaron a tirar baldosas a automovilistas y motociclistas referenciados con Rosario Central.
El próximo lunes se cumple un mes del asesinato de Ivana, quien fue agredida mientras se desplazaba en moto rumbo a su domicilio, después de haber salido del Gigante de Arroyito, donde fue a ver el clásico junto con su novio.