Un ladrón fue imputado este jueves en Rosario por haber participado en una violenta entradera ocurrida en septiembre del año pasado en Coronel Bogado, donde un compañero de robo murió de un tiro efectuado en legítima defensa por la víctima. Se trata de Kevin Leonardo Ayala (30), quien la semana pasada fue acusado de haber cometido un intento de asalto en la ciudad de Santa Fe. Es quien, además, está sospechado de haber participado en el homicidio del policía Andrés Farías, acribillado en medio de un golpe comando el 27 de septiembre en Fisherton.
De acuerdo a la investigación llevada adelante por la fiscal Juliana González, el 13 de septiembre de 2023 Ayala fue junto con tres delincuentes a una casa situada en una zona rural de Coronel Bogado, donde ingresaron en un Focus, armados, y golpearon a una mujer que estaba en el patio.
Mientras uno de los ladrones apuntaba con su pistola en la cabeza de la mujer y exigía dinero, otro de los atacantes redujo al peón que trabajaba en la finca, a quien tiraron al piso. En ese momento, según indicó la fiscal, un tercer delincuente disparó contra la puerta de la propiedad que daba hacia la cocina.
El marido de la mujer, que estaba en el interior del inmueble, al escuchar los tiros y los gritos, buscó una escopeta y disparó a la cara de Gustavo Daniel Rattaro, uno de los sospechosos, que falleció en el acto.
Ayala y sus otros dos compañeros de asalto se dieron a la fuga en el mismo Focus en el que habían llegado. Dicho auto fue abandonado a unos 200 metros del lugar para subirse a otro que los aguardaba en las inmediaciones.
A Kevin Ayala también se le atribuyó haber sido el receptor del Focus a sabiendas de que pesaba sobre él un pedido de secuestro activo por robo del 26 de julio de 2023, hecho que se había consumado en una entradera perpetrada en Pago Largo al 600, en La Florida.
También se le imputó al sospechoso haber robado las dos patentes de otro Focus el 24 de agosto del año pasado en el centro de Rosario.
Un dato importante que ventiló la fiscal durante la audiencia de este jueves es que Ayala fue requisado antes de la audiencia y le encontraron las llaves de unas esposas en su ropa interior.
Se presume que las llaves no eran las de las esposas que tenía puestas, pero que se supone que iba a usarlas para forzarlas y abrirlas.
Por dicho motivo, Juliana González fundó –entre otras cuestiones– la peligrosidad de fuga del imputado, quien además podría ser acusado a la brevedad por el crimen del subinspector Andrés Farías. La jueza Paula Álvarez le dio prisión preventiva efectiva por el plazo de ley.