Finalmente cayó Claudio Javier Mansilla, alias el "Morocho", último recluso evadido de Piñero que quedaba prófugo. Y sindicado organizador de aquella resonante maniobra, además de ser considerado el más peligroso de los ocho presos que huyeron. No estaba lejos: lo arrestaron en la Zona Cero, en el límite noroeste de Rosario, este jueves a la noche.
Según fuentes policiales, el operativo se llevó a cabo en una casa de calle Polledo al 4000 donde secuestraron una cantidad no precisada de drogas y también armas de fuego.
La unidad de investigación es liderada por Maximiliano Bertolotti, mientras que los fiscales a cargo son Georgina Pairola y Marisol Fabbro.
Mansilla, por quien la provincia había ofrecido una recompensa de 1 millón de pesos cuando no podían encontrarlo -pese a la orden de captura internacional-, fue sindicado como el promotor de la fuga, que dejó un cómplice abatido por el personal penitenciario cuando fueron a dar apoyo externo con ametralladoras.
El "Morocho", un preso de alto perfil, estaba imputado por un crimen y unos días después de su fuga de la cárcel junto a otros siete reclusos, ocurrida el 27 de junio del año pasado, fue condenado en ausencia a 25 años de prisión.
Un tribunal lo encontró responsable, como instigador, del doble asesinato de los jóvenes Kevin Neri (16) y Leonel Bubacar (18), baleados en septiembre de 2018.
Mansilla es el único recluso que no había sido recapturado hasta ahora tras la cinematográfica fuga de la prisión del sur santafesino -unos 18 kilómetros al sudoeste de Rosario-, a la que tres personas ingresaron a los tiros tras cortar con una amoladora varios cercos perimetrales, con el apoyo de un grupo de internos que apedreó a los guardiacárceles.
Parte de la banda que operaba para Mansilla en barrio Santa Lucía fue detenida por diferentes hechos. Los acusados fueron Lautaro Agustín Acevedo (21); Maximiliano Ezequiel González (28); Alfredo Eduardo Salva Celis (26); Iván Norberto Chávez (22); Damián Nahuel Córdoba (24), Carlos Saúl Gómez (35) y Ezequiel Rodolfo Romero (21).
Según la acusación, “la jefatura de la asociación está a cargo de Claudio Mansilla, quien desde su lugar de alojamiento en detención en la unidad de Piñero daba órdenes a los miembros de la organización a través de líneas de teléfonos celulares”.