La causa por el secuestro al voleo y asesinato de Lorenzo “Jimi” Altamirano (28 años), ocurrido el 1º de febrero pasado frente al Coloso Marcelo Bielsa, sumó dos imputados este lunes que quedaron presos. Uno es Daniel Mateo Bommer (22), quien cayó la semana pasada en un operativo hecho en la localidad bonaerense de Villa Bosch en un centro de rehabilitación para personas con consumos problemáticos de estupefacientes. El otro es Alexis Oscar “Tato” Romero (27), quien habría protagonizado el robo del Sandero negro que se utilizó para el ataque al joven músico.
El fiscal Matías Edery de la Agencia de Criminalidad Organizada explicó ante el juez Héctor Núñez Cartelle que Bommer y Romero participaron en el plan criminal por orden de dos presos que están alojados en el penal federal de Rawson y que son de Los Monos. En el caso de Bommer, por instrucción del recluso Pablo Nicolás Camino –ya imputado como presunto instigador del hecho–, y por el lado de Romero, por pedido de Leandro “Gordo” Vilches –presunto jefe de una banda que comete homicidios, balaceras y extorsiones con el sello de “La Mafilia”–.
Edery afirmó que “Tato” Romero robó el Sandero negro el 30 de enero pasado a una mujer en inmediaciones de Cochabamba y Chacabuco, en barrio República de la sexta. No actuó solo, según sostuvo, ya que habría participado una segunda persona que hasta ahora no fue identificada.
Ese auto sustraído quedó filmado el 1º de febrero a las 21.19 en 27 de Febrero e Iriondo, cuando dos personas que estaban en el interior se bajaron e hicieron subir por la fuerza a Altamirano, quien en ese momento caminaba rumbo a su casa después de realizar un ensayo con su banda de música punk.
“Jimi”, de acuerdo a la cronología del caso expuesta por el fiscal, fue obligado a bajar del auto a las 22.45 frente a la entrada principal del Coloso Marcelo Bielsa, donde recibió tres disparos. El joven fue llevado al Heca, donde murió a las pocas horas de ingresar.
El crimen, según lo ya conocido por la investigación, tuvo la particularidad de que los atacantes dejaron entre las prendas de la víctima un papel que decía: “Damián Escobar, Leandro Vinardi, Gerardo Gómez, dejen de sacar chicos del club para tirar tiros en Rosario”. La referencia era clara a Carlos Damián “Toro” Escobar, Leandro “Pollo” Vinardi, presos en la cárcel de Ezeiza y presuntos jefes de la barra brava de Newell’s. El otro mencionado es un hombre conocido como “Dibu”, que actúa bajo las órdenes de los reclusos que figuraban en la nota.
Otra información relevante que ponderó el fiscal de la Agencia de Criminalidad Organizada fue que Daniel Bommer se comunicó con Alexis Romero y con Pablo Nicolás Camino el mismo día del asesinato. Se presume que esas conversaciones sirvieron para coordinar el homicidio.
En la causa se estima que Bommer estaba dentro del Sandero al momento del ataque. Por el momento no está claro si manejaba el auto o si fue uno de los que atacó en la vía pública a “Jimi”. Su nombre figuró a los pocos días del homicidio, cuando el 4 de febrero pasado resultó herido en una balacera ocurrida en Iriondo y Dean Funes, motivo por el cual estuvo internado una semana en el Heca.
Durante la alocución, Edery remarcó que dos semanas atrás imputó junto a la fiscal Georgina Pairola a “Tato” Romero –actualmente alojado en la cárcel de Coronda– como presunto organizador de la asociación ilícita de Leandro Vilches, que opera en la zona noroeste de Rosario. En aquella audiencia, ya le habían achacado ser quien se ocupaba tanto de ejecutar hechos violentos como de encargarlos, y de ser quien participaba en el robo de vehículos.
El panorama dado por el funcionario judicial tuvo por finalizar reforzar la hipótesis principal del caso Altamirano: que el crimen se dio por una interna entre dos facciones de Los Monos que están presas, una en Rawson contra otra de Ezeiza.
El juez penal de primera instancia Núñez Cartelle ordenó la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para Bommer y Altamirano al término de la audiencia.
La línea investigativa principal es que los reclusos de Rawson Rodolfo Héctor “Eri” Masini, Leandro “Gordo” Vilches y Pablo Nicolás Camino cometieron una seguidilla de atentados, balaceras y el crimen de Altamirano con el objetivo de dejar en las escenas de los ataques carteles con mensajes dirigidos a los presos de Ezeiza Leandro “Pollo” Vinardi y Carlos Damián “Toro” Escobar. La causa de todo habría sido una deuda estimada en 70 mil dólares que mantenían los internos de Ezeiza con los de Rawson.