Lucas Ariel Espinoza, un joven sicario de Rosario ligado a Los Monos conocido como "Berraco", fue condenado este viernes a 20 años de prisión por un crimen cometido por error el 10 de diciembre de 2019 en la zona sur. La particularidad del juicio fue que no se discutió si fue el autor de los disparos, ya que de su propio teléfono se secuestró un mensaje de voz a su madre en el que confesó: "Maté al abuelo del gordito Alan".
El tribunal a cargo del juicio estuvo integrado por los jueces Mariano Aliau, Facundo Becerra y José Luis Suárez. La acusación fue del fiscal de Homicidios Dolosos Patricio Saldutti, quien había pedido una pena de 27 años durante los alegatos de apertura.
Los fundamentos de la resolución de primera instancia serán dados a conocer en los próximos cinco días hábiles.
En el juicio no se discutió que Espinoza fue quien mató a Felipe Schneider, un jubilado de 65 años que el 10 de diciembre de 2019 recibió un disparo en la cabeza cuando quiso cerrar la ventana de su casa para protegerse de una balacera contra unos vecinos. Esto se debe a que una de las principales pruebas que la Fiscalía tenía contra el acusado es un registro telefónico en el que “Berraco” le confiesa a su madre: “Maté al abuelo del gordito Alan”.
Segundos antes y desde una moto cuyo conductor no fue identificado, Espinoza disparó cerca de 10 veces contra una vivienda ubicada en 24 de septiembre y pasaje Guerrico, en la zona sur de Rosario. Allí vivía junto a su pareja la hija de una mujer conocida por dedicarse al narcomenudeo. Ellos eran los destinatarios de las balas, pero quien resultó herido de muerte fue Felipe Schneider, quien fue trasladado al Hospital Roque Sáenz Peña por un vecino y murió dos días después en el Heca.