La violencia en la ciudad de Rosario no escapa a las historias circulares. Horas después de que se confirmara que un sobrino del fallecido barrabrava de Newell's Roberto “Pimpi” Caminos será imputado en la causa del triple crimen de una familia, ocurrió otro suceso violento con cierta vinculación con el ex jefe de la pesada leprosa, asesinado 12 años atrás.
Es que una vivienda en barrio Acindar, donde vivía Emanuel Súarez, un hombre de 34 años que fue condenado como partícipe secundario en la causa del homicidio del Pimpi, fue blanco de cuatro balazos. De acuerdo con las vainas servidas, se utilizaron dos pistolas: una .380 y otra calibre 9 milímetros.
El ataque, según fuentes policiales, tuvo lugar en el complejo de departamentos de Acevedo al 2900. Alrededor de las 21.30 de este martes, autores desconocidos llamaron a Ema Súarez por su nombre y efectuaron cuatro disparos contra la vivienda. Dos dieron en la ventana y otro par sobre la puerta.
En diciembre de 2013, el juzgado en lo Penal Nº 6 de Rosario condenó a Suárez a 6 años y 6 meses de prisión al encontrarlo partícipe secundario en el crimen de Pimpi Caminos, el ex jefe de la barra brava de Newell´s asesinado en marzo de 2010 en la puerta del bar Ezeiza, en Zeballos y Servando Bayo. Por esta causa, fueron condenados también René Ungaro y Carlos Alberto “Betito” Godoy a 11 años de prisión.
Horas antes del atentado mafioso a Ema Súarez, un sobrino de Pimpi era detenido en Anchorena al 100 bis. Se trata de Yael C., hijo de Rosa Caminos, quien fue condenada por tráfico de estupefacientes en 2019.
La División Homicidios allanó a Yael pedido de la fiscal Marisol Fabbro. Según adelantaron fuentes judiciales, tendría relación con el triple homicidio de Rodrigo Morera, Ainará Altamirano y la pequeña Auriazul, familia que fue asesinada el 7 de mayo en un pasillo de Garibaldi al 57.
Con relación al triple crimen ya hay imputados. Son Ezequiel Alejandro Viamonte (24) y Tamara Teresa Méndez (22), que están presos. Se trata de una pareja que fue acusada el 3 de junio pasado por Fabbro por el delito de falso testimonio, ya que al declarar como testigos en la investigación ocultaron datos falsos sobre la mecánica y el móvil del ataque.
La fiscal incluso sugirió en la audiencia imputativa que Viamonte y Méndez eran el blanco original del ataque de los gatilleros. Fabbro indicó que esa pareja fue perseguida desde el complejo Fonavi de Lola Mora e Hipócrates hasta Garibaldi al 100, donde lograron refugiarse en un pasillo lindero al que casualmente entraba la familia masacrada a tiros.