Una joven de 17 años denunció haber sufrido un abuso sexual este lunes en el baño de la escuela Carrasco a la que asiste. El agresor estaba encapuchado y su rostro tapado por el barbijo, pero creen, por el horario, que podría ser un alumno de la propia institución. La madre de la víctima se quejó de la indiferencia de los directivos. Tras conocerse el hecho, otras dos chicas dijeron haber sufrido violencias similares.
En contacto con el programa De 12 a 14 (El Tres), Gisella, la mamá de la víctima, reconstruyó el episodio que le refirió su hija este lunes y que ya denunciaron en la comisaría 7ª. Ocurrió –contó– en el baño de la escuela Carrasco de Riccheri al 300 durante el horario escoclar. Su hija había ido al baño tras el recreo –por protocolo heredado de la pandemia, los alumnos sólo pueden ir de a uno a los sanitarios– y fue allí donde se topó con su agresor.
El abusador, describió Gisella, llevaba capucha y barbijo. Golpeó a su hija y le rompió los lentes y con uno de los cristales la amenzaó con cortarle el cuello.
“La manoseó, quería tener relaciones, en eso se escucha que alguien habla, se asusta y sale”, completó.
Gisella contó que desde la dirección de la escuela no brindaron ningún tipo de asistencia ni contención, que sólo le propusieron que su hija no fuera a clases hasta el viernes y que le iban a reponer los anteojos rotos.
Luego de que trascendiera el abuso, Gisella contó que otras dos chicas relataron experiencias parecidas: una el año pasado, la otra este mismo año.