Cuatro personas serán acusadas este viernes en la causa que investiga el crimen en ocasión de robo de Ariel del Luján Simoncini, quien a comienzo de año cayó víctima de una oferta falsa de Marketplace y pactó un encuentro que resultó una trampa mortal. Tres de los acusados fueron detenidos este miércoles y el restante es un recluso de la cárcel de Coronda que purga condena por un homicidio, indicaron fuentes judiciales.

Fuentes de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) indicaron que el primero de los sospechosos cayó en la estación de servicios ubicada en Seguí y Ayacucho, donde los agentes habían pactado una entrega controlada de dinero luego de contactarse con un presunto integrante de la organización criminal bajo la lupa por el robo seguido de muerte de Simoncini: una banda violenta dedicada a las estafas y al robo, perfilaron fuentes del caso.

Varios integrantes de la División Homicidios se posicionaron en forma encubierta y en el bar de la estación aprehendieron a José G. (24), sobre quien pesaba orden de detención.

Este arresto disparó tres órdenes de allanamiento en barrio 7 de Septiembre; en Pecan al 7900, el personal policial detuvo a Nerea A. (29), en tanto que en un departamento de Martínez de Estrada al 7900 cayó Melani A. (31).

En los tres procedimientos, los efectivos secuestraron celulares y otros elementos de interés para la investigación.

Por último, el fiscal Adrián Spelta ordenó allanar la celda de Emanuel David Villanueva, un hampón de 33 años que fue detenido en octubre de 2016. Este interno fue condenado en 2019 a 24 años de prisión por el crimen de Walter Barrios –cometido en Derqui al 7500 en agosto de 2016– y por un asalto que motivó su caída, en octubre de ese año. En la celda de este interno también hallaron un teléfono que quedó secuestrado.

El cuarteto será acusado por Spelta desde las 16 del viernes, señala la Oficina de Gestión Judicial (OGJ).

La tarde del 7 de enero Simoncini, un comisionista de 54 años oriundo de Casilda y afincado en Roldán, fue muerto a tiros dentro de su camioneta Citroën Jumper, que quedó estacionada en Zelaya y Matheu. El hombre una suma de dinero importante que le fue sustraída. Aparentemente, era para comprar una moto. La secuencia fue brutal: lo ejecutaron para acallarlo y asegurar el botín.

Se sospecha que los homicidas actuaron con dos motos y un auto de apoyo. Una modalidad que ya tenía al menos dos antecedentes en ese mismo sector de la zona norte y de la que los detectives tomaron conocimiento. Entre fines de noviembre y principios de diciembre, dos hombres oriundos de Arroyo Seco fueron a Perdriel al 1200 y 1700 seducidos por una oferta, pero terminaron asaltados. En un caso, con un balazo en una pierna.