Cristian Nicolás “Pupito” Avalle, recluso de la cárcel federal de Ezeiza que lidera una presunta banda narco que opera para Los Monos en Villa Gobernador Gálvez, es imputado este miércoles como el presunto instigador de los atentados contra el Sindicato de la Carne y los frigoríficos Paladini, Coto, Swift y Mattievich, que fueron atacados a principios de este mes.
La audiencia, que comenzó pasadas las 8 en el Centro de Justicia Penal, fue encabezada por el fiscal Franco Carbone, quien además sentó en el banquillo de los imputados a Abril Escalante Miranda, la pareja del recluso.
La mujer había caído el fin de semana pasada en allanamientos llevados a cabo por la Policía de Investigaciones, tal como lo adelantó Rosario3. Se presume que al ser una visita autorizada del preso podría haber recibido instrucciones para organizar los hechos, situación parecida a la que se ventiló la semana pasada contra el interno de Piñero Alejandro Núñez –alias “Chucky Monedita”–, que delegó la planificación de crímenes y atentados en su novia Brenda Pared, que estaba bajo arresto domiciliario en Funes.
Sobre el rol de Escalante Miranda, el jefe de la Policía de Investigaciones Natalio Marciani dijo este martes en conferencia de prensa: “De acuerdo a las pericias informáticas, tuvo una relación directa con las amenazas”.
La PDI fue fundamental en las tareas de campo. Las pericias que realizó sobre un arma secuestrada a un presunto integrante de la banda de Héctor Daniel Noguera –alias “Gordo Dani”, un preso de Piñero condenado a prisión perpetua–, también de estrecho vínculo con Los Monos en Villa Gobernador Gálvez, dieron como resultado que había sido utilizada en las balaceras contra los frigoríficos.
La pistola en cuestión fue hallada el 12 de abril en procedimientos que habían sido solicitados por el fiscal Federico Rébola, quien luego imputó a la presunta organización de Noguera por una serie de extorsiones.
Por el momento, se desconoce el móvil de los ataques a los frigoríficos. Una línea investigativa indica que habrían estado motivados por una interna dentro del Sindicato de la Carne, mientras que otra hipótesis es que Avalle buscó cometer los atentados para después extorsionar a las autoridades del rubro cárnico para que le den dinero.