“Había muchas chances de que nos tocara de visitantes contra alguna potencia, pero finalmente salió Kazajistán. Todas las series son difíciles, pero, como digo siempre, jugar en casa y con nuestra gente es mucho mejor, porque de locales nos hacemos muy fuertes”, fue la primera reflexión del capitán Guillermo Coria cuando se conoció el sorteo de los qualifiers, la primera etapa de esta nueva Copa Davis, que desde que se instauró cosecha muchas críticas porque prácticamente desintegró la genética de la competencia.
Argentina enfrentará el próximo fin de semana el primer escollo de la temporada para llegar a las instancias decisivas de la Ensaladera de Plata. El ránking de sus jugadores sugiere que así debe ser.
A propósito del escalafón, si el capitán se ciñera a esas posiciones, Francisco Cerúndolo y Sebastián Báez tendrían que ser los singlistas. Pero no necesariamente será así. El abierto de Australia dejó sus mensajes al respecto.
Es cierto, el Plexicushion (antes en Rebound Ace), la pista dura sintética de Melbourne, tiene poco que ver con el polvo de ladrillo del Jockey, pero a veces los momentos de los tenistas trascienden las superficies. Es un delgado equilibrio en el que debe manejarse el capitán para elegir a sus jugadores titulares.
Si es por el Australian Open, el más sólido de los argentinos es Tomás Etcheverry, justamente el de ránking más alto de los tres.
Tomás está 32°, Báez 29° y Fran Cerúndolo 21°. En realidad, las diferencias son mínimas. Por eso, es probable que otros sean los elementos que primen a la hora de elegir a los singlistas que enfrentarán a Kazajistán.
Lo de los doblistas es cosa juzgada. Si no pasa nada extraño, Andrés Molteni (13°) y Máximo González (13°) integrarán la dupla que buscará un punto siempre medular en las series de Copa Davis. Quedaron eliminados en cuartos de final de Australia, pero vienen de un gran 2023. Molteni fue anunciado esta semana en reemplazo de Horacio Zeballos (7°), quien quedó descartado por una lesión.
Argentina es amplia favorita para seguir adelante. En los papeles, solo deberá pelear con Alexander Bublik, el mejor kasajo de la historia entreverado con los argentinos en el ránking: ocupa el puesto 27.
Bublik es un jugador muy peligroso en canchas rápidas, pero odia el polvo de ladrillo, literalmente.
“No me gustan, no me gusta nada de ellas”, dice de las canchas lentas. “Pero tengo que jugar los torneos obligatorios y soy un profesional que vive de esto”, se consuela y argumenta.
El resto de los jugadores de Kazajistán no debería representar ningún problema. Son Denis Yevseyev (184°), Beibit Zhukayev (193°), Timofey Skatov (227°) y Aleksandr Nedovyesov (sin ránking en singles y 44° en dobles).
No obstante, nada es lineal. El clima que rodea a la Copa Davis suele generar ataduras, generalmente para el que juega de local, que suele emparejar partidos que en los papeles no tienen equivalencias.
Cada serie es como una película con final abierto e incierto, aunque en la previa todos sepan quién es el bueno y quién el malo. Los libretos suelen alterarse y hay que estar muy atento para que no haya sorpresas.