Desde la puesta en escena misma, que incluyó una manifestación de apoyo trabajada con jefes comunales y sindicatos, Omar Perotti se plantó en la Legislatura dispuesto a demostrar que su gestión tiene logros importantes que tanto la oposición como distintos sectores del peronismo no reconocen. Así, el discurso de 2 horas y 12 minutos con el que abrió el período de sesiones ordinarias fue una enumeración de políticas que el gobernador considera virtuosas, anuncios de obras e inversiones, y algunos compromisos políticos, el más importante su decisión de avanzar con la autonomía de los municipios para que sea realidad el año que viene. 

Además, denunció el falso federalismo argentino y en ese marco realizó fuertes reclamos a la Nación. Entre otros puntos, cuando habló del principal problema que aqueja a los santafesinos, la inseguridad, tema al que se volvió a referir después de bastante tiempo y en el marco de un recrudecimiento de la ola de violencia. Y también cuando mencionó las inversiones viales y ferroviarias de las que se hará cargo la provincia, cuando son para que puedan llegar a puerto productos que llegan de distintas partes del país.

Pese a que realizó varias referencias críticas a la herencia recibida, Perotti tuvo un gesto dialoguista hacia la oposición con un reconocimiento al fallecido ex gobernador Miguel Lifzchitz, a quien en ese mismo lugar, el día de su asunción -el 11 de diciembre de 2019-, prácticamente acusó de haber sido cómplice del delito organizado. 

Los pocos aplausos que suscitó el discurso durante su desarrollo en el recinto de la Cámara de Diputados provinciales, donde además de los legisladores provinciales estaban sus colegas nacionales, funcionarios, intendentes y representantes del Poder Judicial, demuestran que Perotti jugaba allí de visitante. Casi sin legisladores propios, la relación del gobernador con la Legislatura sigue marcada por una tensión que no se disipó. 

Mucha enumeración, cero autocrítica

 

A la hora de hablar de logros, de políticas virtuosas, el rafaelino ubicó dos indudables: el boleto educativo gratuito y Billetera Santa Fe. Pero también una larga enumeración de obras e inversiones en infraestructura, para cumplir un objetivo que puso en primer plano, al punto de plantearlo como uno de los ejes de su discurso: que “Santa Fe sea el motor productivo y de la innovación del país”.

Las distintas aristas del tema producción se llevaron la mayor parte del discurso del gobernador. Está claro que es una cuestión que lo apasiona, frente a la cual siente una comodidad que no muestra en otros asuntos, como el de la seguridad, al que le dedicó apenas 17 minutos.

No, no hubo autocrítica por lo actuado en esta materia, que fue su eje de campaña antes de ganar las elecciones de 2019 con el eslogan “la paz y el orden”. Pero sí aceptó la dimensión del problema, al admitir que “es una amenaza al Estado de derecho”. 

Para el gobernador, su gestión está haciendo lo que hay que hacer. Por eso, trazó una enumeración de las inversiones realizadas y por realizar para revertir una crisis heredada, y expresó un doble y fuerte reclamo a la Nación: más efectivos federales para reforzar los patrullajes y una estructura “más sólida” de la Justicia federal, “acorde a la crisis que enfrentamos” y que amenaza con expandirse a otras provincias. Además, hubo un guiño a la intención de Pablo Javkin, expresada la semana pasada con un proyecto de ley, para que los intendentes puedan elegir a los jefes policiales locales: “Queremos que los municipios tengan el mayor protagonismo e injerencia en el diseño de las políticas de seguridad”.

Sonó a poco, atento a lo que prometió en la campaña, a los vaivenes y la falta de resultados de su gestión en el tema, y sobre todo a la sensación -que se mantiene después del discurso- de que el rumbo sigue siendo incierto. Al punto que desde su banca, el diputado Carlos del Frade le gritó sobre un punto crucial no incluido en el discurso: “Gobernador, lavado de activos”. Perotti pasó a otro tema.

Debate en vivo

 

Acorde a los tiempos que vivimos, mientras Perotti hablaba muchos de los legisladores, fundamentalmente los de la oposición, hacían saber en Twitter su disconformidad con el discurso: hubo críticas, discusión de los datos que llevó el gobernador y hasta algún video para denunciar que los manifestantes que se manifestaron fuera del edificio en favor del rafaelino habían sido llevados en colectivos contratados para tal fin. 

Una muestra más de que, como antes del discurso, la tensión marca el clima político de la provincia.