La historia de Náufrago, la famosa película protagonizada por Tom Hanks y dirigida por Roger Zemeckis, se convirtió en un clásico del cine moderno tras su estreno en el año 2000. Y además de la trama, lo que también quedó grabado en la memoria de todos los que la vieron fue Wilson, la pelota de vóley que se convierte en el compañero de Noland, personaje interpredado por el reconocido actor.
La historia de Náufrago es la de Chuck Noland, un empleado de FedEx que tras haber salvado su vida de un accidente aéreo termina solo en una isla tan paradisíaca como desierta.
Frente a ese escenario de soledad, el hombre transforma una pelota de vóley en su compañero, amigo y confidente. Para darle una identidad la bautiza Wilson, le dibuja una cara con su propia sangre y hasta se ocupa de que le vaya creciendo el pelo.
Y como suele ocurrir con estas producciones que trascienden su época y ofrecen historias que siguen conquistando nuevos fanáticos independientemente del paso del tiempo, los elementos utilizados para su producción y rodaje adquieren valores económicos realmente importantes, mientras que abundan los coleccionistas dispuestos a pagarlos.
La subasta de Wilson
Fue precisamente este martes nueve de noviembre cuando un coleccionista pagó 311 mil dólares por Wilson, que fue subastado por la casa de remates y subastas Prop Store. La expectativa inicial sobre lo que podían llegar a obtener por su venta era de alrededor de 80 mil dólares.
La descripción de la pieza decía: "La pelota de vóley de cuero blanco roto está muy 'angustiada', con algo de pintura para crear un aspecto desgastado y sucio. Hay una cara marrón oscura y roja en el frente, representando la huella de la mano ensangrentada de Chuck".
"Cuenta con un par de ojos, nariz y boca descoloridos. En la parte superior se abre y se inserta una serie de tallos de tabaco para replicar la apariencia del cabello. Varios puntos están presentes en los bordes rasgados en la parte delantera de la bola alrededor de la abertura", sigue el texto.
Una de las tres pelotas
También se hace referencia al momento en el que se utilizó la pelota en cuestión (fueron tres las que se habrían usado a lo largo de la producción): "Esta versión de Wilson fue colocada en el agua durante largos períodos durante el rodaje."
En consecuencia, desde la casa de subastas advirtieron que "la forma general de la bola se combinó ligeramente, y los detalles faciales se volvieron algo borrosos en comparación con las tomas anteriores en la película."
Esta versión de Wilson fue subastada por Prop Store, un sitio con sede en Londres y en Los Angeles fundado por Stephen Lane, un cinéfilo cuya pasión lo llevó a coleccionar elementos de sus películas favoritas hasta convertir su hobbie en una rendidora fuente de ingresos.
Pero no se trató de la primera pelota subastada. Ya en 2001, a poco del estreno de la película, uno de los tres balones que protagonizaron el filme fue vendido por 17.800 dólares.