Sabrina Rojas rompió el silencio y explicó el origen de las fotos de su marido, Luciano Castro, desnudo. En el estudio de Intrusos (América), explicó que ella decidió ser la vocera del actor porque tiene mejor manejo de medios y que su esposo puede ser algo más temperamental. Las imágenes en cuestión datan de la época en la que ambos estuvieron separados y Castro se las mandó a una mujer con las que tenía "cero confianza".
“Quiero aclarar por qué estoy yo y no Luciano. Porque somos un equipo y yo me muevo mejor que él en los medios, es más torpe, se enoja más rápido y yo me muevo mejor. Las fotos no son mías, pero yo también soy parte de esto”, fue lo primero que dijo Sabrina Rojas, que si bien en un primer momento se tomó con gracia la filtración de las imágenes, ahora adoptó una actitud mucho más seria.
Contó que siempre supo de la existencia del material y que cuando se enteró se enojó mucho porque temía que salieran a la luz.
“Yo sabía de la existencia de estas fotos, las estábamos esperando. Llegamos a octubre y dije «qué afortunado que sos que no pasó nada». Esto es parte de nuestra separación del verano. Estuvimos separados casi tres meses, y en ese tiempo cada uno hizo de su culo un pito, literal. Somos personas jóvenes... Evidentemente, yo me moví con gente más confiable. Yo también me entretuve. Cada uno lo vivió como quiso”, explicó sobre la crisis que vivieron el verano pasado.
“Blanqueamos qué habíamos hecho cada uno por su lado. Me contó que se había sacado unas fotos en Instagram. Me shockeó. Le dije: «sos boludo». Tenía cero confianza con la mujer. Tenemos el historial de las personas con las que Luciano habló y tenemos indicadores. Él no borró nada. Está todo. Cuando me mostró lo que había hecho, dije «nos van a exponer». Claro que me enojé. Era obvio que no lo iban a cuidar”, continuó Rojas.
“Es un pibe que no hizo más que vivir su libertad como quiso. No quiero entrar en detalles. Estamos haciendo acciones civiles y penales para que se baje el material y llegar a las responsables. Se divirtió durante tres meses. La pasó bien y está perfecto. Deberías tener libertad de hacer uso de nuestro morbo como queramos. Esto es pura maldad, ni siquiera es una extorsión. Es maldad pura”, continuó.
Por otro lado, dijo que sus hijos (Esmeralda y Fausto) no se enteraron de lo que sucedió y que Mateo, el hijo mayor de Castro –fruto de una relación anterior– ya estaba al tanto porque su propio padre lo había advertido.
“Luciano está dolido por cómo nos expuso a nosotros, a sus hijos y a mí. Espero que haya aprendido a manejarse. Desde el instante que nos reconciliamos, le estoy manejando las redes de nuevo”, agregó Sabrina Rojas.
“Dicen: «no piensa en los hijos», y mis hijos no tienen que saber lo que hacemos sexualmente. Es injusto que no haya más vida privada. Esto le puede pasar a cualquiera”, llamó la atención.
Sobre su separación y reconciliación, contó: “Si alguna vez tuvimos una deuda, nos hemos perdonado. He perdonado como me han perdonado. La separación nos hizo recordar que nos amamos. Incluido este juego de seducción con otra gente. Yo le conté todo lo que hice y se la bancó como un rey. Subí a mis redes ese comentario de «mucho chongo como nunca». Si no se bancaba lo que hice, sería un machirulo”, aseguró.
Por último, agradeció las palabras de Florencia Peña y de Elizabeth Vernaci, ex pareja del actor que salieron en defensa de Castro: “La Negra es una mina inteligente y sabe que mofarse de algo así no va. Ella le tiene cariño a Luciano y es buena mina”.