Este viernes a las 19, en el Centro Cultural Fontanarrosa (San Martín 1080), inaugura la muestra Revolucionistas, Rebeliones y Feminismos. La misma propone, desde una aproximación estética y política, una mirada feminista de la historia de Rosario a través de fotos, instalaciones, obras de arte y documentos históricos.
Revolucionistas se presenta como "un camino que propone contar algunas luchas que precedieron y alimentaron el momento histórico actual" que contaron (y cuentan) con la participación de las mujeres y de las identidades disidentes.
Ideada por el Centro de Estudios Latinoamericanos Ernesto Che Guevara (CELChe) –que depende de la Municipalidad de Rosario–, la curaduría de la muestra es de Pamela Gerosa, Sonia Tessa, Lilian Alba, Joaquina Parma Leiva y Romina Garrido.
Como parte de la actividad, el centro cultural municipal llevará el nombre de Angélica Gorodischer hasta el 31 de mazo, fecha en la que culmina la muestra.
Revolucionarias y feministas
“A partir de la actual marea verde, Revolucionistas remonta las luchas de las mujeres por nuestras reivindicaciones: en la calle, a través de nuestras estrategias de lucha y por nuestros derechos. La muestra se alimenta de estas dos vertientes pero que entendemos forman parte del mismo cauce de agua”, explicó la periodista Sonia Tessa a Rosario3.com sobre la exhibición estructurada a partir de distintos lenguajes y organizada en cuatro salas del “cultural Gorodischer”.
A partir de la actual marea verde, Revolucionistas remonta las luchas de las mujeres por sus propias reivindicaciones"
Ese cruce de “vertientes” replica en la elección del significante “revolucionistas”. El juego de unir “revolucionarias” y “feministas” es poner de manifiesto “lo que está pasando, que los feminismos son los movimientos más dinámicos, por lo menos en la Argentina y en muchos otros lugares del mundo”.
El trabajo de recopilación de testimonios, notas periodísticas, documentos y fotografías llevó semanas a las que se sumaron otras hasta la cuenta final de meses de un complejo proceso que hilvanó pasado y presente.
Recortes del primer equipo de fútbol de mujeres del que hay registro (La Capital, 1913), la portada del diario Página 12 con la primera imagen de los pañuelos verdes (tomada en la marcha de cierre del Encuentro Nacional de Mujeres de 2003) y testimonios de grupos LGBTI en los '90 son algunos de los registros que integran la muestra.
A estos se suman postales y relatos actuales en el diálogo propuesto para el montaje final.
No buscamos hablar de mujeres destacadas. Hay pocas individualidades destacadas. Lo que buscamos destacar son movimientos sociales y los procesos colectivos”
El recorrido también recupera “los feminismos de los '80”, a los que la editora de Rosario12 y ganadora del Premio Lola Mora (2017) destacó de manera puntual: “Hay una cuestión de creer que los feminismos empezaron ahora; gente dice «ahora que está de moda ser feminista». Bueno, hubo mujeres que plantaron esa bandera y que salieron a la calle, a lo mejor eran 20 o 30, pero con quienes estuvieron en el espacio público esas reivindicaciones que hoy tienen una vigencia increíble”.
Afluentes de la marea
En la primera sala de Revolucionistas, las imágenes expresan el diálogo entre pañuelos blancos y verdes, y cómo estos se funden en los cuerpos.
La segunda sala ofrece material audiovisual: dos dispositivos que, a través de videos conducen a dos épocas en donde se desarrollaron micro-resistencias.
Uno de los lentes hace foco en un grupo de ex presas políticas y sus estrategias “para evitar el aniquilamiento subjetivo que pretendía la dictadura cívico, militar, eclesiástica y patriarcal”.
El segundo, amplifica la historia de Unidas, una organización de mujeres feministas que “puso en debate estos temas que ni siquiera estaban en agenda”.
La continuidad de estos testimonios se plasma en un gran mural de resistencias a las políticas neo liberales de los ´90, y las actuales.
Las revoluciones que hacemos las mujeres son para mejorar el mundo”
Y de allí, el último espacio: la “sala intersecciones”. En ella no hay cierre sino preguntas, interrogantes que evidencian “las ausencias, los espacios vacíos, el no registro”.
La línea de tiempo enhebra “las anarquistas, los rosariazos, las madres y abuelas de Plaza de Mayo, los Encuentros de Mujeres y el grito de «aborto legal» frente al Congreso”.
Colectivas
El objetivo de recuperar experiencias de resistencias articuladas por mujeres (y disidencias) que orientó la muestra desde un comienzo se tradujo en la dinámica de un el proceso curatorial compartido.
“No buscamos hablar de mujeres destacadas. Lo que buscamos destacar son movimientos sociales y los procesos colectivos”, dijo Tessa, al tiempo que puntualizó la importancia de visibilizar las experiencias feministas: “Las revoluciones que hacemos las mujeres son para mejorar el mundo”.
Revolucionistas podrá visitarse en el Centro Cultural Argélica Gorodischer hasta el 31 de marzo, de lunes a domingos de 10 a 20. La entrada es libre y gratuita.
La entrevista
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