Una investigación de la Universidad de Macquarie (Australia) sobre la serie de Game of Thrones reveló que existe un alto riesgo de muerte en varios de sus personajes, de cara a la última temporada que HBO estrenará en abril de 2019.
Según el estudio, la posibilidad de deceso se acentúa en el caso de los caracteres masculinos y de origen humilde, que no cambian de bando y que interpretan papeles destacados.
"Hemos identificado varios factores que pueden estar asociados con una mejor o peor supervivencia, lo que puede ayudarnos a especular sobre quién prevalecerá en la temporada final", explicó Reidar Lystad, epidemiólogo del Instituto Australiano de Innovación para la Salud, dependiente de la Universidad Macquarie.
De los 330 personajes importantes analizados en el estudio, al final de la séptima temporada habían muerto 186, es decir, más de la mitad (un 56,4%).
La probabilidad de morir dentro de la primera hora que sigue a la primera aparición del personaje en la pantalla fue del 14 %, al tiempo de supervivencia de los personajes de la serie osciló entre 11 segundos y 57 horas y 15 minutos, con un promedio de 28 horas y 48 minutos.
Los investigadores hallaron, por otro lado, que la mayoría de las muertes ocurrieron en Westeros y que casi todas fueron violentas.
Solamente hubo dos fallecimientos por causas naturales en las siete temporadas de Game of Thrones y la mayoría de las muertes se produjeron por lesiones (un 73,7%), en particular en cabeza y cuello con 13 decapitaciones incluidas, seguidas por las provocadas por quemaduras (11,8%) e intoxicaciones (4,8%), detalla la agencia EFE.
Las circunstancias más comunes de muerte fueron durante un asalto (63%) o en operaciones de guerra (24,4%).
La fuente principal de información para llevar a cabo esta investigación fueron los 67 episodios de las siete temporadas ya emitidas de la serie, junto con Internet Movie Database (IMDb) y Game of Thrones Wiki.