Que Morrisey habla de casi todo no es novedad. Y esta vez, consultado por el portal alemán de noticias Spiegel Online sobre las denuncias de abuso y acoso sexual en Hollywood que involucran, entre otras personalidades, a Harvey Weinstein y Kevin Spacey.
El cantante dio su opinión sobre acerca de la campaña #MeToo (Yo también) en la que víctimas de acosos y abusos en el espectáculo, la política y otros ámbitos denunciaban lo que les había ocurrido, y terminó ubicando a los acosadores en el lugar de quienes padecen argumentando que las víctimas debían saber lo que podía pasar.
Sobre la acusación del actor Anthony Rapp contra protagonista de House of Cards, el ex The Smiths sostuvo: “Hasta donde yo sé, estuvo en una habitación con un joven de 14 años (…) Uno se pregunta si el muchacho no sabía lo que podía pasar. No sé lo que piensen ustedes, pero yo nunca estuve en una situación parecida durante mi juventud. Nunca. De hecho, siempre supe lo que podría suceder de ser así. Cuando estás en la habitación de alguien, debes ser consciente de las consecuencias que podría tener. Por eso es que no suena muy creíble para mí. Parece que Spacey fue atacado innecesariamente”.
Y sobre Weinstein, aseguró: “La gente sabe exactamente lo que sucede. Entonces siguen con el juego. Después de eso se sienten avergonzados o deciden que no les agradó. Y entonces dan la vuelta y dicen: «Fui atacado, estaba sorprendido, fui arrastrado a la habitación». Pero si las cosas hubiesen marchado bien y su carrera fuera buena, no hablarían acerca de eso. Odio la violación. Odio los ataques. Odio las situaciones en las que alguien es forzado sexualmente. Pero en muchos casos, uno observa las circunstancias y piensa que la persona señalada como víctima apenas luce decepcionada. A través de la historia del rock n’ roll, han existido músicos que han dormido con sus groupies. Si viajan a través de la historia, casi cualquiera ha sido culpable de acostarse con menores”.
En un claro ejemplo de cómo organiza el mundo la hermandad machista, Morrissey dijo: “Al mismo tiempo son todos culpables. Cualquiera que le haya dicho a alguien más «me gustás», de repente es acusado de acoso sexual. Tienen que dar a las cosas la relación correcta. Si no pudiera decir a nadie que me gusta, ¿cómo podría saberlo? Por supuesto, hay algunos casos extremos; la violación es algo despreciable y cualquier ataque físico es repulsivo. Pero tenemos que ver las cosas en términos relativos. De otro modo, cualquier persona en este planeta sería culpable. No podemos decidir de manera permanente lo que podemos y no podemos hacer. Porque entonces todos quedamos atrapados. Algunas personas tienen modos muy incómodos cuando se trata de romance. Ellos ni siquiera saben qué hacer y tampoco si su comportamiento es agresivo”, dijo.