Paris Hilton fue la última invitada a la revista Teen Vogue dirigiéndose al público adolescente para hablar de un diagnóstico que a ella no le supieron detectar hasta hace algunos años: Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
La empresaria señaló que “cuando era niña, siempre me decían que era demasiado enérgica, demasiado distraída, demasiado habladora; demasiado para todo”. Por ese motivo, Hilton fue enviada a un centro para adolescentes donde fue víctima de abusos. “Me hubiera gustado que alguien me hubiera preguntado qué pasaba realmente”, escribió en el ensayo.
“Al principio, el diagnóstico me parecía una etiqueta, algo que me encasillaba, que me definía por lo que no podía hacer, por lo que me hacía diferente”, relató. Sin embargo, el tiempo la ayudó a transformar esas ideas. Y en ese sentido, dijo que el diagnóstico hoy "es mi arma secreta en un mundo que a menudo nos dice que debemos jugar a lo seguro”.
“Mi cerebro no sigue una línea recta, sino que zigzaguea y explora territorios inexplorados, lo que me permite romper límites y mantenerme a la vanguardia”, explicó la empresaria multifacética que usa su capacidad de hiperconcentración para enfocarse en lo que más le apasiona.
Hilton también reconoció que vivir con TDAH no está exento de desafíos. “Seamos realistas: el TDAH también puede ser abrumador y agotador porque mi mente está constantemente llena de pensamientos, ideas y distracciones”, admitió.
Desde hace unos años, Hilton se milita activamente por un cambio cultural en la percepción del TDAH y la neurodivergencia en general. “Vivimos en un mundo en el que a menudo se espera que encajemos en casillas, que sigamos las reglas y que hagamos las cosas como lo hacen los demás. Pero mi TDAH me ha enseñado que las cosas más mágicas ocurren cuando te liberas de esas expectativas”, escribió.
El diagnóstico de TDAH de Hilton y su proceso de aceptación se reflejan en su reciente lanzamiento musical, “Infinite Icon”, estrenado el 6 de septiembre. El álbum, lanzado casi dos décadas después de su debut homónimo de 2006, incluye una canción titulada “ADHD”, que ella describe como una “celebración de mi viaje y un mensaje a los demás de que el TDAH es algo que debe aceptarse, no ocultarse”.
A través de su trabajo filantrópico con su organización sin fines de lucro, 11:11 Media Impact, Hilton busca inspirar a otras personas que viven con TDAH y otras formas de neurodivergencia. “Quiero que la gente, especialmente las mujeres jóvenes, sepan que ser diferente es hermoso y que sus defectos pueden ser, en realidad, sus mayores activos”, afirmó la artista.