La polifacética Natalia Oreiro fue Evita por una noche y cantó "No llores por mí Argentina" en una exclusiva fiesta organizada por un magnate ruso en las afueras de Londres.
La actriz fue convocada para ser la figura de una de las fiestas más selectas de Inglaterra por el multimillonario Len Blavatnik, amigo y socio del empresario argentino Alan Faena, quien quedó fascinado con el carisma y la belleza de Oreiro después de haberla visto en el rol protagónico de la película de Gilda.
El magnate ruso, quien cuenta con una fortuna estimada de 19 millones de dólares, vio el film hace unos meses y le hizo saber a Faena que un show de la uruguaya en la celebración que estaba organizando en el castillo de Wrotham Park sería perfecto.
Así fue como, tras ser tentada con la propuesta, Oreiro viajo a Londres y se encarnó en la piel de Evita para cantar el clásico "No llores por mí Argentina", en un balcón especialmente diseñado para la ocasión que recreaba el del musical.
Antes decenas de invitados vip, la actriz uruguaya fue presentada por la estrella hollywood Hugh Jackman y deslumbró con su belleza e impecable interpretación.