El cantante y pianista Fats Domino, uno de los pioneros del rock and roll, murió este miércoles a los 89 años, en su Nueva Orleans natal, por causas naturales, informaron sus familiares
Según publican medios estadounidenses, el pianista con influencias de boogie-woogie –cuyo particular estilo sincopado fue retomado por los iniciadores del ska jamaiquino– falleció rodeado de amigos y familiares.
Con el récord de ser el artista con más discos vendidos en la década del '50, solo por detrás de Elvis Presley, Fats Domino se caracterizó por ofrecer una versión más relajada del rock and roll, en relación a sus contemporáneos Chuck Berry y Little Richard.
A pesar de la enorme fama con la que contaba, el músico también se diferenciaba de sus colegas por su bajo perfil, debido a que no le gustaba viajar y salir de gira. Esto lo llevó a rechazar presentarse en la ceremonia del Salón de la Fama del Rock and Roll en la que se lo consagró como miembro.
Nacido en 1928 bajo el nombre de Antoine Dominique Domino, el autor de clásicos como “Ain't that a shame”, “I'm walking” y “Blueberry Hill” fue descubierto en 1948 mientras tocaba en un club de jazz por un directivo de Imperial Records, que lo contrató.
En ese contexto, lanzó en 1949 el tema “The fat man”, considerado por algunos estudiosos del género como el primer rock and roll, el cual vendió alrededor de un millón de discos.
Aunque se estima que Fats Domino alcanzó un récord de 110 millones de discos vendidos, gran parte de esta cifra tiene su base en las décadas del '50 y el '60.
A tono con los nuevos tiempos, ante la irrupción de la música pop, el músico registró en 1968 un trabajo en el que hacía versiones de varios temas de The Beatles, entre ellos de “Everybody's got something to hide except me and my monkey”. El propio John Lennon elogió la versión en una entrevista con PLayboy realizada en 1971.
Reivindicado por músicos de distintas generaciones, Fats Domino casi no grabó nuevos discos en los años siguientes pero mantuvo su fama. En 1987, fue homenajeado con un Grammy por su trayectoria.
En 2005, cuando se produjo el famoso huracán Katrina, en Nueva Orleans, su hija lo dio por desaparecido, sin embargo fue hallado gracias a una foto en un periódico en la que se lo veía siendo asistido por las autoridades.
Este incidente lo obligó a desplazarse de Nueva Orleans, la ciudad natal a la que amaba, y a la que eligió volver años más tarde para finalmente morir.