El 3 de noviembre del 2015, Matías Alé fue internado por un brote psicótico con delirio místico. Nueve años después, rompió el silencio en un mano a mano con Migue Granados y contó qué pasaba por su cabeza en aquel momento y cómo logró salir. Conmovido por su historia, rompió en llanto en la pista del Cantando 2024, reality del que forma parte.

El mediático contó que de "un día para el otro comenzó a sentir que él era "el espíritu santo que estaba en el mundo para llamar a la humanidad". Y aseguró: “Mi cabecita sentía que estaba escapando de un mal que no existía y que yo de alguna manera tenía que sobreproteger a la persona que estaba conmigo creyendo que ella tenía una misión en el planeta”.

"Yo me creía que era un salvador y que tenía que hacer un Arca de Noé. De hecho, empecé a buscar madera para hacerla en la posada de Quenti en Carlos Paz”, dijo y aseguró que recuerda absolutamente todo. Incluso reveló que una de sus creencias era que “podía bendecir el agua, fabricar helados, bendecirlos y salvar a la gente con helados bendecidos". Esa idea no llegó a concretarla porque días antes, lo internaron. 

Matías recordó que la primera vez que sintió ser el enviado de Dios fue en un salón del boliche Pinar de Rocha en el que unió tres parejas y de inmediato asoció que él podía hacer que la gente se ame. Al día siguiente, conduciendo un evento de peluqueros, pensaba que los presentes eran sus apóstoles que habían ido hasta ahí para verlo predicar y dar un mensaje de Dios. "Bendecía con fijador de pelo a la gente", dijo y tras finalizar el evento, le regaló todo el dinero que había cobrado a la persona de seguridad del evento.  

"Nadie me dijo «Vení, sentante, tomate un té de tilo»", dijo en relación a que todos los productores y participantes de la jornada de peluquería alentaban el delirio de predicador. 

En la conversación, Matías contó que comenzó a sentir el delirio místico en septiembre de 2015, en octubre se casó y que en noviembre terminó internado. Entonces, relató cómo vivió el proceso de recuperación. “Tres días estuve atado a una cama y sedado. Y cuando me desperté me acordaba todo. Pero no había hecho nada malo. Cuando ingresó la policía, yo sentía que estaba ingresando una energía negativa. Yo no quise ahorcarlas, yo las estaba abrazando para protegerlas de esa energía negativa”, explicó Alé. 

Y siguió: “Cuando me desperté me encontré con un mundo hermoso. Una camita chiquita, solo. Me dijeron que tenía miedo a dormir solo entonces me pusieron un compañero que se le complicaba dormir. Él estaba en cuclillas todas las noches mirándome como un búho. Entonces yo lo miraba y le daba tranquilidad a él y él a mí. Era un neuropsiquiátrico”.

“Los médicos te van haciendo un relevamiento para decidir cuando estás preparado para reinsertarte en la sociedad. Obvio que querés salir. Estuve 45 días la primera y 18 la segunda. Pero no lo padecía, me empecé a sentir cómodo, me amigué. Cuando me desperté ya estaba estabilizado y nunca hubo indicios de nada, venían mis amigos y mi familia. Me puse a dibujar…”, agregó el ex de Graciela Alfano. 

Finalmente, explicó cómo salió de ese delirio. “Ahí empecé a tomar consciencia de que evidentemente algo no estaba bien y que tenía que volver a reinsertarme en la sociedad. Que no era el hijo de Dios y un enviado, que era simplemente yo. Y que podía hacer lo mismo, ayudar, sin tener un cartel francés arriba de la marquesina”, dijo. 

El martes salió el podcast y este jueves Matías se presentó en el Cantando 2024. Luego de la devolución se quebró de emoción. "Yo vivo de momentos. Este momento a mí no me lo roba nadie. No importa si me voy, ya es un montón. Si me voy, les digo gracias, fui feliz. Y si me quedo, gracias y ya mejoraré", señaló con lágrimas en los ojos. 

"Estoy un poco sencible estos días porque hablé por primera vez de lo que me pasó y tal a alguien le hace bien", indicó y agregó: "Cómo no voy a decir gracias si yo tarareaba en la ducha de un neuropsiquiátrico y hoy estoy acá".