Este martes se presentó en el salón Augusto Schiavoni del Hotel Ros Tower, la mini serie rosarina “Maternidark”: son seis capítulos de 48 minutos producidos por Pez Cine para las pantallas de Contenidos Públicos S.E. Dirigida por Romina Tamburello, protagonizada por Camila Peralta, Juan Nemirovsky e Inés Estévez, la serie está inspirada en los diarios de la escritora Rosario Spina, co-guionista del proyecto, y recoge las emociones de una mujer que, oyendo el deseo de ser mamá, enfrenta las contradicciones de este rol.

“Hagamos algo con esto”, fue lo primero que le dijo Romina Tamburello a Rosario Spina cuando leyó sus anotaciones. Esas hojas que comenzaron como un método catártico para conocer si de verdad deseaba ser madre, que fueron el espacio donde descargar la soledad de la persona que estaba gestando y el espacio para volcar y despojarse de mandatos y romantización que arrastra el ser mamá, se convirtieron en una comedia dramática. 

Rosario le puso el cuerpo y el alma a la maternidad, Romina aseguró que no hay lugar en su vida para serlo. Sin embargo a pesar de las diferencias en sus deseos, ambas entienden lo que se vive entorno al tema porque son mujeres y sobre sus espaldas cargan el reloj biológico, la ansiedad del entorno por un bebé o el qué dirán si deseo maternal y qué dirán si me niego rotundamente, ni hablar de los miles de libros que te enseñan a ser una buena mamá. 

En tal sentido, Tamburello definió a la serie como “incorrecta” y agregó: “Me enorgullece que nos ríamos de la moda”, porque es eso lo que maternidark se propone. Reírse de lo que ya fue y también de lo que sucede, como el falso aliado o el padre progre que dice “estamos embarazados” pero no cambia un pañal ni limpia la casa. 

“Hay cuestiones que todavía no se terminan de contar, un terreno oscuro y necesitamos más voces, sobre todo de mujeres que nombren la ambivalencia de ser madre, esa es la palabra”, agregó Rosario en relación al nombre de la mini serie en la cuál trabajaron más de 40 personas, en su mayoría locales, y que aún no tiene fecha de estreno pero calculan será el próximo año. 

Una pareja, una obstetra y muchas historias 

Camila Peralta durante seis semanas le dio vida a Luciana. Una mujer de 30 años que desde que el deseo de maternar sale a la luz, comienza a dejar registros de su sentir en hojas de un diario. Con el tiempo entenderá que ese modelo que tenía en su mente sobre cómo ser una buena madre, no existe. Que en realidad es una construcción del minuto a minuto, un derrape constante, intentos fallidos y muchas nuevas oportunidades. 

Camila tampoco es madre y no está en sus planes serlos, sin embargo dijo que le bastó pensar en el amor que siente por sus animales, sus amigas, o su familia para poder ser Luciana y comprenderla. 

Nacho, es Ingeniero, compañero de Luciana y el padre de Olvia, la bebé que llega al mundo luego de muchos intentos, tratamientos médicos pocos empáticos, sondeos por espacios de crianza “progres” en intentos fallidos de tribus. Interpretado por el rosarino, Juan Nemirovsky, Nacho intentará estar presente sin caer en los lugares patriarcales. 

“Me parece interesante entender al varón en estas historias. Empatizar pero siendo parte y teniendo siempre presente que eso no lo hace más débil o más frágil”, comentó el actor y agregó: “Bienvenida la dramaturgia con una mirada mucho más feminista”

En el camino de ambos aparece una obstetra que los acompañará a desarrollar la paciencia y a controlar las contradicciones. Se trata de Inés Estévez quien este martes dejó explícita la felicidad que le da trabajar junto a Romina Tamburello y el elenco de profesionales que la acompañan. 

“Me sorprendió la seriedad del trabajo. Romi es una topadora, vi en ella un empuje, una sustancia que no pasa muy seguido. Cumplen con el arte de una manera que nunca antes vi”, dijo Estévez sobre la producción de Maternidark. 

Sobre la temática, aseguró que será una serie que “va a dar que hablar”, y desde su lugar de madre apuntó que a veces es “frustrante porque eso que te vendieron es horrible. Es feroz, brutal, violento y no es lindo. Lindo es tomar mojitos en una plaza”, el salón estalló en carcajadas.

Además la actriz profundizó: “Sos capaz de matar de con uñas y dientes por un ser pero no es un plan, es para siempre. Entonces desromantizar la maternidad desde lo singular, es posible. Lo que se entiende como estándar nos obliga a lo irreal y el humor que tiene Maternidark hace que sea más digerible algunos hitos”, mencionó y para cerrar apuntó: “Estoy muy contenta, me siento libre porque a la altura de mi camino suelo estar en cosas muy predecibles y esto es distinto”.

 

Un presente que incomoda

Camila, la actriz de Buenos Aires que se instaló en Rosario por 6 semanas para concretar este proyecto, dijo que aún hoy, con el cambio de paradigma y la lucha de las mujeres, en su casa siguen pensando que toda buena noticia se trata de un embarazo. Su situación se repite en miles de lugares. Por eso Materdinark va a incomodar a muchos y hacer suspirar y reír a tantos otros. 

Porque en esos seis capítulos, la lucha del feminismo grita presente, desde la horizontalidad con la que trabajaron hasta la temática de la serie. Detrás de Luciana y su deseo ferviente, hay amigas que permiten que esa joven se pierda, se encuentre, se vuelva a perder. Está su compañero, Nacho, que pelea contra sus propios pensamientos y se esfuerza para acompañar sin asfixiar, sin avasallar y sin olvidarse que el cuerpo gestante es ajeno a él. 

En medio de todo ese drama, reflota el humor un poco para caramelizar algunos aspectos difíciles de tragar y otro poco para comprender que se trata del derrape mismo de estar vivos porque en la crudeza también hay felicidad.