El filme de animación Luminaris (2011), del argentino Juan Pablo Zaramella, inspirado en el tango "Lluvia de estrellas", de Osmar Maderna, figura en el libro Guinness de los récords mundiales como el cortometraje más premiado en el mundo, con un total de 324 galardones hasta el 6 de marzo pasado.
Conocido por otros cortometrajes como El guante y Vida en Marte, Zaramella usó en este trabajo la técnica de pixilación, una variante del stop motion, en la que actores reemplazan a los tradicionales muñecos fotografiados cuadro a cuadro, en este caso Gustavo Cornillón y María Alché.
“Me alegra mucho esta noticia, pero por otra parte me pongo a pensar que ninguno de mis ídolos ganaron esa cantidad de premios, entonces ahí se relativizan. Ni Norman McLaren o Jan Svankmajer ganaron esa cantidad de premios y son genios con todas las letras”, afirmó Zaramella en diálogo con Télam.
Tal como figura en la página web del Guinness, el cortometraje de Zaramella –que en su oportunidad había quedado entre los diez cortos preseleccionados para las candidaturas a los premios Oscar– ostenta el récord mundial entre los cortometrajes más premiados en el mundo.
"Quería contar una historia de liberación, que era lo primero que me sugería el tango 'Lluvia de estrellas', de Osmar Maderna, en el que está inspirado el filme, y para eso tenía que mostrar una situación de opresión, por lo que puse al protagonista, un tipo inquieto y creativo, en un trabajo monótono y falto de toda creatividad", afirmó el cineasta.
La película narra la historia de una pareja de empleados de una fábrica de bombitas eléctricas, que superan la monotonía y la rutina diarias, a través de la idea alocada de crear un globo de vidrio con el cual poder escapar de esa tediosa realidad.
“Mi corto es un paso de comedia con una vuelta de tuerca sobre la pixilación, que es sumar la animación de la luz del sol. No reniego de Luminaris para nada, pero la sensación es que hice un corto muy popular, aunque no el mejor. Todos los que trabajamos dimos todo para hacerlo con pasión, pero no parecía ser un corto 'premiable' porque la pixilación era una técnica pasada de moda en ese momento”, recordó Zaramella.
Sin embargo, el cortometraje recibió los premios del Público y el de la Crítica en el Festival de Annecy, la muestra de animación más importante del mundo, celebrada en Francia, y a partir de ahí no paró de obtener distinciones y reconocimientos tanto a nivel local como internacional.
Fue premiado con el galardón dedicado por la mejor animación en Anima Mundi (Brasil), el Premio Especial del Jurado en SICAF (Seul), el Gran Gurí de Divercine (Uruguay) y el de mejor animación y premio de distribución en FICO (Olavarría-Buenos Aires, Argentina) y el Cóndor de Plata al Mejor Cortometraje Argentino, entre muchísimos otros.
El corto