En las últimas horas, Mauro Icardi y Wanda Nara protagonizaron un violento episodio en el departamento que tiene la conductora en la Avenida del Libertador. Luego de meses sin verse, Icardi tuvo la posibilidad de revincularse con sus dos hijas, sin embargo, esto terminó de la peor manera posible: gritos, llanto, insultos, presencia policial y la posible detención del futbolista.
Elba Marcovecchio, una de las abogadas del jugador fue quien lo acompañó a retirarse del lugar a contramano. Ya pasadas algunas horas, las tres abogadas, Guadalupe Guerrero, Lara Piro y la propia Marcovecchio, tomaron la decisión de renunciar a la defensa del delantero del Galatasaray.
Icardi tenía una restricción para ingresar al edificio, por lo que es otro problema que puede enfrentar el futbolista. La decisión detrás de esta renuncia se debió al episodio violento que se vivió en el edificio de Libertador, donde ambas partes perdieron el control.
El insólito motivo del último conflicto
El delantero se presentó en el colegio para retirar a las dos pequeñas y quienes se quedarían con él durante 15 días, pero sus dos hijas estaban con las mascotas, lo que dio inicio al problema. Al parecer, el jugador del Galatasaray no quería llevar a los perros a su casa por los carpinchos, por lo que del colegio las llevó al departamento de Wanda para que los devolvieran.