Karen Salas, amiga de la Tota Santillán, rompió el silencio en medio del dolor y mencionó que el conductor estaba bajo amenazas. En ese mismo sentido, la mujer negó la posibilidad de un suicidio. 

Sinceramente, La Tota no pudo haberse querido suicidar en este momento... Estaba muy bien, mejor que nunca. Si bien tuvo, en su momento, un episodio en donde tuvo un brote (psicótico), ese desequilibrio por la medicación que estaba tomando ahora estaba medicado porque le habían diagnosticado que tenía bipolaridad”, dijo Salas. 

Además, señaló que su amigo "estaba tomando la medicación a la perfección, estaba con su tratamiento terapéutico, su psicóloga es mi psicóloga que, de hecho, acabo de cortar con ella... Me decía que era imposible que esto fuera un suicidio. Yo hablé con él el domingo pasado porque lo cubrí en un show, estaba con trabajo y eso lo tenía muy contento”.

“Tenía cosas con sus hijos como tenemos todos, pero ayer estuve con su hija, estaban el resto de sus hijos, su ex mujer (la primera). Él estaba tranquilo porque siempre supo que lo que dijo la madre de sus hijas (su última pareja que lo denunció por violencia de género) era mentira. Teníamos diálogo constante, de saber qué siente, qué piensa, de escucharlo llorar, de sufrir por no ver a sus hijas”, agregó Karen.

Luego profundizó en la situación personal de Santillán. “La madre de las nenas (Sol Fiasche) no se las dejaba ver. Lamento que se haya ido sin poder verlas. Hacía como cinco años que no las veía, hacían videollamadas, nada más", dijo y advrtió que "la Tota fue amenazado de muerte por su ex suegro. Hay algo, chicos, que por lo menos en este momento no voy a poder contar, y que tiene que ver con eso”. 

 “Yo creo que La Tota se comió una condena social por no decir la verdad, realmente, de qué pasó con la madre de sus hijos. Pero, seguramente, en la Justicia van a declarar. En el caso de Fernanda Vives se calló porque no tuvo pruebas”, cerró Salas.