Germán Pérez es remisero, tiene 46 años y es otra de las víctimas del gigoló. Javier Bazterrica no lo sedujo, no; pero lo hizo llevarlo hasta Buenos Aires y nunca le pagó el viaje. A precios de hoy, con horas de espera incluídas, serían unos 5 mil pesos. Por Radio 2 contó qué pasó en el trayecto.
“Me decía que era jugador de polo, agente bursátil, que se manejaba en el mismo ambiente que (Leonardo) Fariña”, apuntó en contacto con A Diario, el programa que conduce Alberto Lotuf.
Con memoria prodigiosa, el remisero recordó cómo iba vestido Bazterrica aquel viaje, llevaba botas y campera de carpincho y un jean blanco bordado. No llevaba equipaje –apuntó– solo “una bolsa de nylon del tamaño de una caja de zapatos”.
Allí llevaba –señaló– varios fajos de billetes que el remisero vinculó con los negocios que el gigoló le dijo que iba a hacer en Buenos Aires, aparentemente una operación inmobiliaria. Sería el dinero que su ex rosarina, F., acusó de haberle estafado.
Una vez en Martínez, Bazterrica le pidió que lo esperara. Eran las 17.30. Pasaron las horas, cayó el sol y el gigoló seguían sin aparecer. Por mensaje de texto le avisó al remisero que unas reuniones lo tenían demorado pero que lo esperara. Sin embargo, ya pocos quedaban en la calle y hasta una mujer del barrio le recomendó que mejor se fuera porque a la noche la zona se ponía insegura.
Fue entonces cuando F. se enteró de la estafa. El remisero se comunicó con la empresa para la que trabaja y tras contarle lo sucedido, éstos se comunicaron a su vez con F. que buscó su plata y ya no la encontró.
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