El exproductor de cine Harvey Weinstein, cuya condena de 2020 por violación fue anulada el pasado jueves por un tribunal de apelaciones de Nueva York, fue hospitalizado tras su regreso a una cárcel de dicha ciudad y actualmente se está sometiendo a una batería de pruebas médicas.
"Parece que necesita mucha ayuda. Tiene muchos problemas. Le están haciendo todo tipo de pruebas. Su salud es un desastre", informó el abogado del otrora magnate audiovisual, Arthur Aidala, a la prensa estadounidense.
Weinstein, cuya caída fue todo un símbolo del movimiento #MeToo, había sido enviado en las últimas horas del Centro Correccional Mohawk ubicado en la ciudad de Rome -al norte del estado de Nueva York- al pabellón penitenciario del Hospital Bellevue, situado en Manhattan.
Aidala concretó que las dolencias de su cliente son físicas porque mentalmente se mantiene "firme" y con los "pies bien plantados en el suelo".
Asimismo, criticó el trato recibido alegando que normalmente el traslado de presos tarda una o dos semanas pero que en su caso se demoró apenas 24 horas y que ni siquiera lo dejaron ir al baño.
"Es un hombre enfermo de 72 años (...) Se negaron a darle ni siquiera un sorbo de agua, ni comida, ni descanso para ir al baño", subrayó.
No obstante, Aidala dijo que aún espera que el exproductor cinematográfico comparezca el próximo miércoles ante la Corte Suprema de Manhattan como paso previo a un posible nuevo juicio.
El fallo de la corte de este jueves fue aprobado por una exigua mayoría de 4-3 jueces y se basó en que se llamó indebidamente a declarar como testigos a varias mujeres que aseguraron haber sido víctimas de Weinstein, cuando las acusaciones que profirieron no formaban parte de los hechos juzgados.
Weinstein ha estado cumpliendo una sentencia de 23 años en una prisión del estado de Nueva York tras ser condenado por practicar por la fuerza sexo oral a una asistente de producción en 2006 y por violación en tercer grado en un ataque a una joven actriz en 2013.
Tras ser declarado culpable en marzo de 2020, fue enviado a Los Ángeles para ser enjuiciado allí por otros delitos sexuales y nuevamente fue condenado. Esta última vez a 16 años de cárcel, por lo que la anulación del jueves pasado no significaría su excarcelación, sino su posible traslado a California para cumplir la segunda sentencia.