A 10 años de la muerte de Roberto Fontanarrosa, su hijo, Franco, lo recordó como “un tipo muy metódico y disciplinado con su laburo”, algo que, dijo, reconoce en sí mismo en su labor de músico.
“El vínculo personal entre nosotros fue un espacio muy amistoso y feliz. Hay veces que si siento presión por ser el hijo de tiene que ver más con un contexto social donde se pone a mi viejo que lo que yo siento porn él como persona”, remarcó en diálogo con el periodista Roberto Caferra en el programa Radiópolis, de Radio 2.
“He tenido la suerte, en gran parte por inspiración de él, de tener mi manera de relacionarme con la música y la vida. Y eso me ha permitido mantener una distancia que es saludable y me permite acercarme a él por otro lado”, afirmó.
Además, dijo que reconoce influencias muy personales del Negro en él. “Estar con amigos, tener muchos amigos, disfrutar de la amistad, lo heredé de él”, mencionó como ejemplo.
Por otro lado, aclaró no es “un gran fanático” de la obra de su padre. “Sí he leído casi todos los libros de textos y muchas cosas. Eso se fue dando paulatinamente”, contó. Y comentó que cuando era más chico, a los 10 años, leía sus historietas. Pero sobre todo “flasheaba con verlo dibujar, simplemente. Ese era el acercamiento que tenía a su obra”.
Pero además mencionó lo difícil que es abarcar toda la producción del Negro. “Tiene como 70 libros editados. Ha sido tan prolífico que conocer toda su obra es un laburo importante”.
Además dijo que es incréible el reconocimiento que siente que hay hacia su padre. “Es dificil ser una persona tan popular y tan enormemente querido”, marcó.