El último sábado, Joan Manuel Serrat se despidió de Rosario con un concierto en el Autódromo Municipal en el que repasó 24 canciones que fueron coreadas y aplaudidas por unas diez mil personas. En Nano llegó a la ciudad en el marco de la gira internacional El vicio de cantar 1965-2022 con la que el artista catalán le dice adiós a los escenarios.
El periplo comenzó en Nueva York el último abril y finalizará en Barcelona este diciembre. En Argentina, las ciudades elegidas son Rosario, Córdoba y Buenos Aires.
Tras la apertura del armonicista Franco Luciani y pasadas las 21.30, Serrat se hizo presente en el imponente escenario montado dentro del Autódromo.
"Bienvenidos todos todas y todes, les voy a rogar que dentro de lo posible aparten todos los atisbos y tentaciones de melancolías y nostalgias que puedan amenazarnos. Piensen que de ahora en adelante todo lo que pase es futuro, y no nos lo vamos a perder", avisó el Nano a modo de bienvenida y después de entonar “Dale que dale”.
El artista, de 78 años, agradeció al público por acompañarlo "esta noche como lo han hecho a lo largo de toda mi vida".
“Mi niñez”, “El carrusel del furo”, “Lucía”, “Hoy por ti mañana por mí”, “No hago otra cosa que pensar en ti”, “Algo personal”, “Para la libertad”, “Tu nombre me sabe a hierba”, “Hoy puede ser un gran día”, “Mediterráneo”, Aquellas pequeñas cosas”, y “Cantares”, se escucharon en la primera parte del recital.
“Esos locos bajitos” y “Penélope” abrieron el regreso.
“Personalmente, estaría cantando hasta el amanecer, pero probablemente haga un papelón en algún momento”, dijo Serrat poco antes del cierre del concierto.
“Ha sido un gusto pisar una vez más Rosario y poder gozar de su afecto, un afecto del que pienso seguir gozando”, continuó, para anticipar un final coronado por “Pueblo blanco” y “Fiesta”.
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