La zorra es un vehículo que permite circular por las vías del tren a pura energía humana. Ese símbolo del ferrocarril desmantelado y abandonado hace tres décadas, que usaban los trabajadores para reparar los rieles, es el punto de ingreso al universo erguido, imperfectamente bello y emotivo que propone “La zorra y la pampa”, el documental de los rosarinos Leandro Róvere e Ignacio Sánchez Ordoñez, y que se estrena este jueves en el cine El Cairo de Rosario.

Más que una película, el audiovisual de 103 minutos es un poderoso instrumento de encuentro que parte del ferrocarril, de los Amigos del Riel o los talleres cerrados de Pérez, para profundizar en temáticas sensibles de la zona como el éxodo rural, la contaminación de los pueblos fumigados, la concentración de la tierra o la postergación de los pueblos originarios. Pero también se detiene en la poesía, la música y el baile de la región, una celebración de nuestra pampa húmeda y sus raíces.

El documental se presenta como una “odisea ferroviaria y cultural”. Propone un viaje con la épica de Werner Herzog o una “Expedición Atlantis” (aunque la gesta es un poco menos extrema que el barco del director alemán cruzando la selva amazonas en Fitzcarraldo o la travesía de argentinos por el océano en balsa, ambas producciones de los 80).

En este caso, el equipo audiovisual crea una zorra a tracción a sangre, una obra propia para recorrer los 390 kilómetros de vía desde Rosario a Espora, pueblito capital de la “Fiesta de la zorra”. Son 16 localidades contenidas en un semicírculo que sale hacia el oeste (como la ruta 33) y baja al sur, hasta el norte de Buenos Aires (la zona de Pergamino y Colón).

“Me siento un chiquilín”, dice el ingeniero que fabrica la zorra vaivén e introduce en los minutos iniciales la impronta lúdica que la producción no perderá hasta el final. El juego y el humor recubren las penas de los arrieros y ferroviarios de este siglo. Durante el trayecto, el vehículo se trabará, se romperá, tendrá que ser achicado o adaptado a la trocha. Y esos problemas, como advirtieron los realizadores antes de salir a rodar, más que problemas se convirtieron en la trama, el hilo conductor. “La zorra es la protagonista”, definió Rovere en diálogo con Rosario3.

Siempre es delicado introducir la dinámica de “la película dentro de la película” pero en “La zorra y la pampa” el registro del detrás de escena, la presencia de Rovere, Sánchez Ordoñez y equipo, transparentan su apuesta. Los problemas mecánicos y las dificultades técnicas son parte de la obra.

“La película es imperfecta como nuestra sociedad. Cuando nosotros hicimos Bernianos (el ciclo sobre la obra de Antonio Berni), vimos que los cuadros tenían chorreaduras. El nuestro no es un cine impoluto, es imperfecto como somos nosotros. Con toda la rigurosidad y el esfuerzo que implica hacer cine pero nos permitimos eso por la frescura y la espontaneidad que genera”, explicó el co-director.

La idea de la película viene desde lejos: el año 2006. Rovere se inspiró en un viaje familiar en tren que hizo por Europa por motivos laborales (y junto a un amigo ex ferroviario apasionado) y volvió con una pregunta: “¿Cómo puede ser que no podamos viajar en tren en Argentina?”.

El ferrocidio que denunciaron Pino Solanas y otros fue utilizado como un punto de partida. Un cimiento para pensar este presente desde un lugar distinto a la denuncia: “Dijimos «bueno, el tren no está, ¿cómo lo podemos reparar?». Entonces, lo abordamos desde el lugar de la acción, no desde la melancolía ni la derrota”.

El buen cine, las buenas historias en general, se sostienen desde los detalles. Y los detalles siembran la potencia en el relato. “Todos los personajes –reveló el realizador–, por más que fueron castigados, están en acción y van para adelante. Esa también es la sensación que transmite. Estoy cansado de las películas que nos muestran derrotados, de los documentales con planos de tres horas de alguien que no tiene reacción de nada, de un pueblo sumiso, eso es lo que quieren los poderes que explotan nuestros recursos naturales, la belleza de nuestra gente y nuestras riquezas”.

“Creo que el cine tiene que dar una imagen de lo que quiere para la sociedad y en esta película estamos erguidos, estamos andando en zorra. Se fue el tren pero nosotros tenemos una zorra y vamos a arreglar el tren. Podemos hacer cosas con algo que nos molesta”, siguió Rovere sobre el espíritu que sostiene la travesía con guiños al mejor cine de Fernando Birri, Wes Anderson, Emir Kusturica y el neorrealismo italiano.

“La zorra y la pampa” construye un universo con otro tiempo y espacio. Otro espacio porque llega a los pueblos no desde las rutas habituales sino que ilumina el dorso, el reverso de la trama de asfalto. Y otro tiempo porque lo hace con el pulso de la zorra, con el vaivén de la tracción a sangre, baja la velocidad urbana para conectarse con la ruralidad y habilita el encuentro. Es, también, un dejar las pantallas y andar por el suelo, permitir que “la pala acaricie la tierra” sin tanto tóxico, como dice uno de los protagonistas.

Gira y estreno en Rosario

 

La producción dirigida por Rovere y Sánchez Ordóñez se proyectará del 10 al 13 de octubre en el cine público El Cairo. El estreno de este jueves 10 es a las 20.30 con presencia de los realizadores, equipo técnico y protagonistas. El viernes 11, la cita es a las 22.30. El sábado 12, a las 18. El domingo 13, a las 20.30.

El largometraje documental comenzó su gira por la provincia de Santa Fe el 1° de septiembre. El “estreno mundial” se hizo en Villada, un pueblo de 1.300 personas y 120 estaban en el Sum comunal la noche de la proyección.

La emoción de ese momento aún conmueve al pueblo y al director que guarda mensajes de lo que eso representó para la comunidad. “El aplauso tan largo del final fue sentido y fue el cierre de algo que nos había gustado mucho. Me reconfortó saber que en mi pueblo no todo está perdido”, le agradecieron desde Cultura de Villada al equipo.

Esos ecos confirman lo que la película se propuso: un retrato humano del vínculo entre las comunidades rurales y el ferrocarril a través de la zorra. Con proyecciones en Labordeboy, Chabás, Pergamino, Wheelwright, Melincué y Pérez, y la lista sigue. Esta primera gira cierra en el cine “El Cairo” de Rosario, del 10 al 13 de octubre.

La producción incluye la regrabación de la emblemática canción "El témpano" de Adrián Abonizio con las voces de Flor Crocci y Julián Venegas. Contó con el apoyo de Espacio Santafesino del Ministerio de Cultura de Santa Fe, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, Fondo Nacional de las Artes, Crédito ADERR, la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario.

Ficha

DIRECCIÓN: Leandro Rovere, Ignacio Sánchez Ordóñez
ELENCO: Carlos Fernández Priotti, Ramón de las Navas, Diana Bellessi, Damián Verzeñazi, Asociación amigos del Belgrano
GÉNERO: Documental
DURACIÓN: 103'
ORIGEN: Argentina
AÑO: 2024
CALIFICACIÓN: SAM13 (Para Mayores de 13 años)