El viernes 2 de febrero a las 21, en el Centro de Convenciones de City Center Rosario, Lucía y Joaquín Galán presentarán Hermanos, la verdadera historia, un espectáculo basado en el libro homónimo en el que realizan un recorrido por el origen y la trayectoria de la historia musical del dúo.
El diálogo con A diario, por Radio 2, Lucía Galán adelantó detalles de la presentación, habló de la relación que mantiene con su hermano tras 35 años de sociedad artística y, también, de los gajes de la profesión.
“Es un show que desarrolla el libro; la historia verdadera de estos dos hermanos. Es el libro arriba del escenario con canciones, con imágenes nuevas que no se han visto de nuestra parte personal y profesional. Y también hay charlas, momentos y anécdotas”, contó Lucía Galán en la entrevista con Juan Junco y Ciro Seisas.
Al ser consultada sobre si el éxito logrado en estas más de tres décadas estaba entre los anhelos del comienzo del dúo, la vocalista respondió: “Empezamos con toda la furia y con muchas ganas de que pasaran muchas cosas buenos. Hemos trabajado con mucha disciplina y convicción de que lo nuestro podía gustar o no, pero que era una propuesta diferente que combinaba el teatro con la música.”
“La mujer ocupó históricamente una posición sumisa, estaba educada para entender y comprender que al varón se le permitían hacer más cosas. Ahí saltó mi personaje, como un stop a las cuestiones latinas machistas”, abundó Lucía sobre el rol que ella ocupa en esa teatralización.
En la consagración de los Pimpinela, la relación entre Lucía y Joaquín atravesó distintos momentos, según confió la cantante, aunque aseguró que nunca sobrevoló la idea de una separación: "Trabajar con mi hermano es mucho que trabajar con otra persona. Hay un entendimiento”.
Ese “entendimiento” también incluye los temas de la dupla, cuyas letras escribe su hermano: “El 99,9 por ciento de las canciones que Joaquín compone me gustan. Y las he aceptado bien.”
“Cuando trabajas en otra cosa, y no me estoy quejando, pero si no tenés ganas de maquillarte o estás seria, vas igual. Pero hay días en los que estás mal o te pasó algo y te tenés que subir al escenario. Sonreír y cantar, forma parte de una exigencia”, advirtió sobre los llamados “gajes del oficio”
La entrevista