Susana Giménez contó intimidades de su cuarentena en su casona de barrio Parque, en una de las zonas más exclusivas de Buenos Aires. Dijo que trata de “no engordar”, que mira películas “hasta las 3 o 4 de la mañana” y que volvió a entrarle al vino tinto, una costumbre que había dejado, pero solo para optar por el blanco.
La diva televisiva habló en el programa de radio del “Negro” González Oro, que le preguntó si sigue tomando vino, ya que en un tiempo había dejado, aduciendo que le hacía mal: ''Tomo vino, me pasé del blanco que me mareaba mucho, y volví al tinto, Chateau Montchenot. Volví porque ahora encerrada, viendo una película me tomo un vinito'', confió Susana.
''Lo llevo bastante bien, porque aún no pasaron tantos días, me asusta un poco el tema de la cuarentena obligatoria, pero es lo único que se puede hacer para cortar este virus. Yo no quiero espantar a nadie, pero todo esto es un horror, hay que pensar en la familia, tienen que quedarse en la casa'', describió.
Susana detalló en que ocupa su tiempo ahora que no puede salir: ''Me agarró la limpiadora, abrí placares que hace 20 años no abría, he tirado tantas cosas, secadores de pelo, termómetros. Y todavía me falta muchísimo, todavía no fui al sótano, hoy creo que bajo'', siguió con su desopilante relato.
Continuando con su nueva rutina de cuarentena, la conductora expresó: ''Después hago bicicleta que me hace bien a la rodilla, hago cinta, la televisión solo la veo a la noche, veo películas, me veo todo, no leo tanto, y estoy reciclando muchas cosas''.
La diva también se tomó su tiempo para hacer algunas recomendaciones: ''Lo que recomiendo es poner un trapo de lavandina en la puerta''. Y dejó un mensaje para su público: “Lo único que nos puede salvar es estar en la casa de uno y no tener contacto con nadie de la calle. Estamos en guerra, una guerra bacteriológica, y la única manera de combatirla es la cuarentena'', remarcó.