En el marco de la Feria Internacional del Libro de Rosario se llevará a cabo la mesa “Vueltas y revueltas de Sara Gallardo”, donde las escritoras Lucía De Leone y Melina Torres conversarán sobre “la escritora más controversial de la literatura argentina contemporánea”.
Las dos autoras, una rosarina y otra de Buenos Aires, brindarán un conversatorio para pensar con ojos de estos tiempos a la escritora Sara Gallardo, luego de que varias de sus novelas fueran vueltas a publicar, producto de la vigencia de las temáticas que abordaba.
Sobre Gallardo, las autoras precisan: “Fue una escritora central en la literatura argentina, especialmente en los años '60 y '70. Publicó las novelas Enero (1958), Pantalones azules (1963), Los galgos, los galgos (1968), Eisejuaz (1971) y La rosa en el viento (1979). También publicó el libro de cuentos El país del humo (1977) y varias obras infantiles. Narradora extraordinaria y observadora de excepción, las crónicas periodísticas de Gallardo en Confirmado y La Nación revelan también a una cronista sensible que transformaba lo que miraba en literatura hecha bajo presión”.
En los últimos años, su obra y su figura han sido rescatadas a través de reediciones, adaptaciones teatrales, estudios críticos, traducciones al inglés y portugués, y el premio nacional de novela instituido desde 2019 por el Ministerio de Cultura que lleva su nombre. “Y sectores feministas del presente tomaron a su primera novela como estandarte literario de la lucha por la ley de IVE”, indicaron.
Gallardo nació en Buenos Aires en 1931 en una familia de antepasados célebres, que van desde el escritor Miguel Cané a Bartolomé Mitre. Mientras publicaba su obra, obtuvo reconocimiento importante de la crítica y el público lector. Sus novelas eran reeditadas por la editorial Sudamericana al poco tiempo de que salían.
Es el caso de su libro estrella, Los galgos, los galgos (1968), que tuvo muchas reimpresiones el mismo año de salida. Cuando publica Enero (1958), recibió críticas laudatorias de María Elena Walsh en la revista Sur y de María Rosa Oliver en La gaceta literaria. Por esta novela, fue invitada como única escritora argentina a integrar la comitiva para la celebración del primer de la Revolución Cubana.
“Al mismo tiempo, sus columnas en Confirmado de los años 60 y 70 y sus notas en La Nación también le dieron mucha visibilidad en la cultura argentina. Pero sin dudas es hace unos años que después de un prolongado período de olvido, la escritora volvió con todo y para quedarse”, deslizaron.
Las autoras conversaron con Rosario3 en torno a cómo surgió la idea de una mesa en torno a Sara Gallardo, y qué inspira en ellas como escritoras también.
De Leone precisó que "la charla surgió como respuesta a la excelente experiencia que habíamos tenido juntas en la Feria del Libro de Santiago del Estero en 2022, con motivo del premio de novela Sara Gallardo. Melina Torres era una de las finalistas y luego fue mención destacada y nos juntamos en su momento a conversar sobre la importancia de Sara Gallardo en su época y en la generación actual de escritoras. Tuvimos un encuentro muy fructífero y quisimos reeditarlo en Rosario, de donde es oriunda y donde está ambientada su novela Pobres corazones. Entre nosotras existe admiración, lectura, fanatismo por Gallardo y cada una de nosotras la mira y estudia desde prismas diferentes que se congracian cada vez más: la lectura crítica y la lectura desde la escritura propia".
Torres agregó: "Es un poco lo que dice Lucía. Y siempre nos gusta decir, lo que Sara unió no lo destruye nada (risas). En lo personal puedo agregar que Sara Gallardo es mi escritora favorita, que me impulsó a escribir, entonces la oportunidad de conversar con una estudiosa de su obra, que conoce detalles de su vida, es casi un regalo. Lucía habla de Sara como si fuera un pariente lejano y a mí me encanta. Todo el tiempo le hago preguntas".
—¿En la mesa leerán fragmentos de algunas de sus obras? ¿O será un diálogo entre ambas donde pasarán por cada faceta de la autora?
LDL:—La actividad es una charla informal, pero que va a tocar muchos puntos diversos que hacen a la obra y figura de Sara. Tendremos en exhibición sus libros, hablaremos de su literatura y periodismo, de los avatares de su vida, de su faceta viajera, de sus obsesiones. Haremos una puesta al día de una Sara para todos y todas.
MT:—Yo me siento más en el rol de entrevistadora y lectora fanática. Vamos a aprovechar el conocimiento de Lucía y la voy a exprimir al máximo. Las conversaciones que solemos tener con Lucía por teléfono son absolutamente divertidas y creo que ese es el matiz que le vamos a imprimir.
—Se destaca su irreverencia en la escritura periodística en las revistas de la época como Confirmado y Primera Plana, así como su valor para trabajar temáticas de vulneración de derechos como en su novela Enero. ¿Por qué, aunque en la práctica su postura era feminista, negaba serlo?
LDL: —Entendemos que Sara cultivó dos formas diferentes para su escritura literaria y periodística que, sin embargo, nos dejan entablar relaciones, conexiones, asociaciones extrañas. Siempre se dijo que la literatura era su espacio vocacional y su práctica periodística, el espacio donde moverse con mayor libertad y el espacio donde trabajar y ganar dinero para vivir. No obstante, no puede pensarse una faceta sin la otra. Es más, hoy tenemos material y estudio para proponer una Sara viajera e insertar también su producción en otras tradiciones menos visitadas en torno de su quehacer.
Ella no se declara feminista ni milita en las filas de los feminismos. Es más, tiene declaraciones que en su momento podían llegar a tildarla de no feminista, como cuando se diferencia de las corrientes que distinguían una literatura femenina de una masculina. Ella en ese momento apostaba por una escritura rigurosa, esa misma que se corrige tanto hasta conseguir diamantes, que llamaba “rigor viril”.
Pero la escritora de Enero (la primera novela que narra los abusos sufridos por una hija de puesteros desde la perspectiva de la misma chica abusada, vulnerable por su condición de mujer y pobre), la escritora de cuentos que anticipa temas de agenda contemporánea (la violencia climática, la refundación de las naciones, los cuerpos prostéticos, los feminicidios, el abuso y tanto más), la periodista que viaja por el mundo desde joven, que conoce al Che, que ocupa puestos importantes en las redacciones más destacadas del momento, la mujer que es madre presentísima de tres hijos, que se separa y se vuelve a juntar con otro hombre, que desentona con los principios fundamentales que regían en la casa de infancia, la dama hermosa y elegante que no se filtra en círculos para figurar en la era de la televisión, vive una vida feminista. Hace una vida feminista y goza por eso y sufre por eso. No por casualidad, los feminismos actuales reivindican su figura y su obra como a la de casi ninguna escritora contemporánea a ella.