En el primer término del "súper lunes", a las 21.30 comenzaba Mi hermano es un clon, la nueva ficción de Pol-ka que emite la pantalla de El Tres.

En la trama, la vida de Renzo (Nicolás Cabré) está literalmente atravesada por la ciencia. Fue concebido por la técnica de fecundación in vitro gracias a la intervención de su abuelo, Alejandro Figueroa (Norman Briski), notable científico experto además en clonación que pudo cumplirle a su amada hija Marcela (Andrea Bonelli) el deseo de ser madre. 

Pero durante el procedimiento médico, el investigador ocultó un detalle esencial: separó parte del material genético del embrión con miras a desarrollar, por primera vez, un clon humano. El experimento rindió sus frutos: así nació Mateo (Cabré), “gemelo artificial” de Renzo.

Figueroa guardó el secreto de la existencia del clon y decidió entregarlo en guarda a Elena (María Onetto), asistente en su laboratorio. La mujer lo crió como si fuera su propio hijo.

Mientras Renzo –un muchacho extremadamente inteligente y racional, inmutable ante las emociones– creció en el seno de una familia de buen pasar económico, Mateo –joven sensible, de gran corazón– lo hizo en un hogar humilde, con pocas posibilidades de progreso pero rodeado de mucho amor. 


Ambos desconocen la existencia del otro, hasta que el abuelo le revela la verdad a Renzo. Este buscará por cielo y tierra a su “doble” con la intención de eliminarlo  ya que este “hermano” puede generarle complicaciones a la hora de heredar la fortuna familiar.