Las personas que viven cerca de calles y rutas con un intenso tráfico tienen más posibilidades de desarrollar enfermedades mentales, según un estudio realizado en Canadá durante once años.
El trabajo, que tomó datos de 2001 a 2012, detectó que en Canadá se diagnosticaron 243.611 casos de demencia, pero se observó que el riesgo fue mayor entre los que vivían cerca de calles siempre congestionadas.
Es por eso que analizaron a seis millones de personas que viven cerca de zonas congestionadas a las que dividieron en cinco distancias: menos de 50 metros de la ruta o calle transitada, de 50 a 100 metros, de 101 a 200, de 201 a 300 y más de 300.
Los resultados indicaron que quienes viven a menos de 50 metros tienen hasta un 7% más de riesgo de sufrir demencia, los que residen a 50-100 metros un 4% más y quienes están a 101-200 metros tienen 2% más de riesgo, según publicó la revista especializada The Lancet y reprodujo la agencia de noticias EFE.
A partir de esa distancia el incremento del riesgo se vuelve inexistente. Entre las razones que encontró el equipo canadiense dirigido por Hong Chen se destacan el ruido y la contaminación ambiental. Pero hilando más fino, señalaron que desgaste de las ruedas, el óxido de nitrógeno y las partículas ultrafinas que se desprenden de los coches pueden influir en el desarrollo del mal.
Estimaron que en todo el mundo son cerca de 50 millones de personas las que viven a menos de 50 metros y están expuestas a enfermedades mentales que disminuyen las funciones del cerebro. dem