El veterano de la guerra de Malvinas, Jorge Alberto "Beto" Altieri, recuperó en las últimas horas el casco que le salvó la vida en la batalla de Monte Longdon en 1982 y contó que durmió “toda la noche” junto al preciado objeto. El hecho ocurrió después de que fuera retirado de una subasta en Londres. 

“Lo tuve al lado mío durmiendo conmigo toda la noche como si fuera un osito”, contó Altieri.

El ex combatiente, que vive en Lanús, venía luchando hace cuatro años para recuperar el casco, cuando un amigo le avisó hace pocos días que estaba en una subasta en Internet en Londres.

Pudo reconocerlo a través de las fotos en las que se veía el agujero de la esquirla y la etiqueta que Altieri había puesto con su nombre y regimiento del lado de adentro del casco.

El casco estuvo en la subasta por última vez hasta hace unos días con una base de 10.500 libras (13 mil dólares) pero el dueño lo retiró y al día siguiente el ex combatiente recibió una llamada anónima diciendo que pronto se reuniría con el objeto.

“Me siento muy alegre de haber podido recuperar el casco que me salvó la vida. Nunca pensé que lo iba a volver a tener así, junto a mí. Lo voy a tener unos días conmigo y lo llevaré a recorrer varios lugares; en primer lugar a la bóveda del cementerio de Lanús donde están enterrados mis padres”, señaló.

El próximo 2 de abril fue invitado a la provincia de Jujuy para dar una charla. Hacia allí viajará con el casco. Previamente estará en un centro de ex combatientes en Luján y también en Lanús. Después de todo el recorrido, Altieri quiere donarlo al museo Malvinas, que funciona en el predio de la Ex Esma.

“Estoy como sin palabras, como si fuera todo un sueño. Me llaman de todos lados”, expresa el veterano, que vivió todo el proceso de recuperación junto a su hijo Jorge, que este viernes cumple 26 años.

Por último, cuenta que –desde la guerra de 1982– volvió 3 veces a las islas. “Mi sueño ahora es poder volver pero junto a mis hijos”, dice.

Después de la guerra, Altieri –de 56 años– vendió bolsas de residuos en la zona del Planetario, en la ciudad de Buenos Aires, por la discapacidad que contrajo tras sufrir la pérdida de un ojo durante la batalla de Monte Longdon.

Altieri, que trabajó en Pami y recibe una pensión retroactiva a 1990, integra el Centro Argentino de Heridos en Malvinas y busca que el Estado les reconozca a los que sufrieron discapacidad y a los familiares de los soldados que murieron en la guerra, el dinero de las pensiones pero retroactivo a 1982.

Fuente: Télam