El titular del Sindicato de Vendedores Ambulantes (Sivara) desmintió que él haya organizado a las personas que se apostaron sobre la peatonal Córdoba durante los dos días de paro de trabajadores municipales. Rechazó la idea de que la Policía ahora sea quien los controle. La postal del martes y miércoles, con las peatonales llenas de manteros –Beto Riba estimó unos 500– y hasta un puesto de choripanes puso en el tapete la necesidad de regular la actividad. Pidió que las autoridades locales lo reciban, ya que pretende "regular la actividad".
Entrevistado por los periodistas Ciro Seisas y Hernán Funes (A Diario, Radio 2), Riba cuestionó que el municipio haya pedido a la Policía que patrulle las peatonales para que se instalen vendedores ambulantes. "Pretenden no demostrar que falta trabajo", criticó.
En tal sentido, propuso que, si "molesta" que los vendedores informales estén en la peatonal, podrían instalarse en parques. "Si les molesta la peatonal, busquemos otro lugar", dijo y advirtió: "Esto se puede ir de las manos".
"Cerraron (puestos) en Once y Flores (Buenos Aires). Al único lugar donde pueden venir es a Rosario, que es la única ciudad que regula la venta ambulante", observó.
El titular de Sivara comentó que en los dos días de paro hubo aproximadamente unos 500 vendedores ambulantes en la peatonal. Sostuvo que cada uno tuvo ganancias, en promedio, de entre 300 y 500 pesos diarios.
"Fui el viernes pasado al Concejo, a la apertura de sesiones, a pedir una audiencia con la intendenta. Acá hay una necesidad que no quieren ver, que es la falta de empleo. Nuestra manera de protestar es a través del trabajo", finalizó.