La historia terminó bien, con un gesto de solidaridad emotivo de los vecinos de la zona norte de Rosario. Pero también con indignación por la falta de respuesta del Estado municipal y provincial. Lo cierto es que entre vecinos, familiares y amigos de una pareja ayudaron a reconstruir una pared que había sido derribada por una camioneta de la Policía provincial.
El viernes pasado, una chata de la fuerza de seguridad local que había sido alertada por un robo en la zona norte de la ciudad perdió el control y se incrustó en una vivienda de Grandoli y Laguna. El vehículo policial derribó la pared del dormitorio, donde se encontraban el dueño de casa y su pequeña hija, que se salvaron de milagro.
El propietario de la vivienda contó a la periodista Almudena Munera (El Tres) que el domingo comenzó a reunir material para volver a levantar la pared. “Los corralones estaban cerrados y fui juntando los materiales para reconstruir la pared, entonces los vecinos me vieron y se empezaron a acercar para ofrecer ayuda”, señaló el muchacho.
“Fui a buscar ladrillos y empezaron a llegar vecinos, amigos, que se ofrecieron a ayudarme. Entonces nos organizamos en base a lo que nos decía Miguel, que es albañil”, describió el hombre.
El joven también habló de la parte negativa de esta historia, que es la falta de ayuda del Estado: “Nos ofrecieron una asistncia, nos dijeron que busquemos lo que necesitáramos, fuimos y empezaron a dar vueltas, no sabían ni con quién estaban hablando”, apuntó.
Soledad, la dueña de casa, confió que “dentro de lo malo, la ayuda de los vecinos fue lindo”.
“Ni siquiera nos pidieron disculpas, por lo menos me hubiese dejado más tranquila eso”, agregó un tanto enojada y todavía conmovida por el episodio.
“Lo que rescato de todo esto es que nadie salió lastimado y la ayuda de todos”, cerró.