La noticia fue anunciada por una portavoz del Instituto Alfred Wegener de Investigaciones Polares y Marinas (AWI) en Bremerhaven, según informó la agencia de noticias EFE.
La vocera del organismo, situado en la costa alemana del Mar del Norte, destacó que el iceberg, con un espesor de unos 200 metros, causó una grieta de dos kilómetros de largo en la plataforma de la Antártida.
La colisión, que se produjo el pasado 11 de febrero, hizo desprender un trozo de hielo de 300 metros de largo y 700 metros de ancho de la plataforma, añadió el AWI.
Los científicos temen que ahora que hay un nuevo iceberg flotando en aguas antárticas las corrientes oceánicas se vean afectadas, ya que cualquier interrupción en la producción de agua fría en la zona se sabe las afecta tanto como los patrones climáticos, informó el diario online ElMundo.es.
El instituto de Bremerhaven calificó la colisión del iceberg, con un peso de unos 400 millones de toneladas de hielo, de "sensación científica" y reveló que el gigante helado se movía a una velocidad de unos 15 kilómetros diarios cuando se produjo el choque.
Los científicos alemanes de la estación Neumayer III, situada a unos diez kilómetros del lugar en el que se produjo la colisión, tuvieron oportunidad de observar el fenómeno directamente y calcularon que la energía liberada en el momento del choque equivale a la de cinco a diez toneladas de explosivo convencional.
El equipo germano pudo registrar todo el fenómeno con ayuda de sismógrafos y micrófonos, así como con imágenes tomadas vía satélite, lo que permitirá avanzar en las investigaciones sobre el comportamiento de las masas de hielo en la Antártida.
El iceberg gigante recibió el nombre científico de B-15-K y se encontraba en observación desde hace tiempo. Los expertos alemanes expresaron su sorpresa por su rápido movimiento, ya que calcularon que tocaría la costa a una velocidad de unos cuatro kilómetros por día, velocidad que finalmente casi cuadruplicó.
El B-15-K es un fragmento de un iceberg aún mayor, el B-15, que con una superficie de 11.000 kilómetros cuadrados se desprendió en marzo de 2000 de la plataforma de hielo de Ross, en la costa de la Antártida, a 9.000 kilómetros de distancia de la base alemana.
Otro fragmento del iceberg gigante, el C-19-C, colisionó también con la plataforma de hielo cerca de la base alemana en octubre de 2009.
Esta última masa flotante de hielo tenía una superficie de 891 kilómetros cuadrados, similar a la de Berlín, y causó un desprendimiento en la plataforma de hielo de 30 kilómetros de largo y siete kilómetros de ancho.