No, no fue una chinada, sino una argentineada. La visita del viceprimer ministro chino, Hu Chunhua, a Rosario tuvo un marco digno del país y la ciudad en la que se encuentra: incluyó hasta una marcha de protesta que pasó delante de sus narices y que puso los nervios de punta a los encargados de su seguridad.
El funcionario chino llegó este viernes a la mañana a la Bolsa de Comercio de Rosario, acompañado por varios vehículos oficiales y una nutrida custodia. En la sede de Córdoba y Corrientes, donde lo recibieron el gobernador Miguel Lifschitz, la intendenta Mónica Fein y el secretario de Agricultura de la Nación, Luis Etchevehere, y mantuvo varias reuniones.
Cuando terminaba la primera de esas reuniones, y varios funcionarios salían por la puerta de calle Corrientes, se toparon con una manifestación de trabajadores de Obras Sanitarias que protestaban por despidos.
La situación generó revuelo y preocupación entre los integrantes de la comitiva china, que no entendían lo que pasaba y se sobresaltaron. Para los argentinos era una imagen conocida, pero igual , por si acaso, se cerraron las puertas de la Bolsa de Comercio.